Tres frentes

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Con la elemental eficacia administrativa, propia de las organizaciones al margen de la ley, y la fácil confesión suministrada por el sometido sobrino de Arinhayeth horas después de haber hablado con Nosly, el comando guerrillero obtuvo autorización, recursos, contactos e instrucciones precisas para desplazarse a Puebloyán y atrapar o darle muerte inmediata al fugitivo. Al siguiente día, los seis comandos viajaron en las primeras salidas de Líneas Aires y Vuelos Atenas. Esto les permitió, al primer grupo, estar en Puebloyán a las 7:25 de la mañana, mientras que, al segundo, una hora y media después. Allí, en Puebloyán, fueron recogidos por separado y congregados en la Casa del Pueblo ubicada en Coconucal, a las afueras de Puebloyán, donde se les brindó la información que desde la tarde del día anterior recogieron las milicias puebloyanenses y timbanas, así como armas, hombres y otros recursos logísticos, bien para la recaptura, o para la ejecución, si el fugitivo oponía resistencia.

Desde la noche anterior el frente guerrillero del Bloque Sur situó hombres en la terminal, en Transtimbianí y en el Aeropuerto Nacional de Puebloyán, y se les suministró las fotos y la descripción del fugitivo. Diligencia que dio sus primeros frutos hacia el amanecer. La compañera de silla de Nosly le indicó a uno de los milicianos que un tipo, de físico agradable, labios finos, pequeños y sensuales, eso sí, mal educado y de muy mal carácter, parecido al de la foto que le estaban mostrando, se acababa de bajar de la flota, unas nueve o diez cuadras antes de la terminal.

Estos movimientos inusuales del Bloque Sur no pasaron desapercibidos por las redes sensibles de los organismos de seguridad del departamento y la ciudad, lo que generó un estado de alerta en los comandos de la Policía y en la respectiva brigada del Ejército Nacional; sobre todo cuando uno de los pasajeros del vuelo de Aires, al parecer, fue reconocido por un agente de seguridad encubierto en el aeropuerto. Toda esta información, por algún motivo, y de alguna de esas dos partes, o quizá de las dos, se filtró hacia el comando de las irregulares Fuerzas Civiles de Defensa y Soberanía del Caucal (FCDSC), cuyos comandantes de inmediato montaron un dispositivo de verificación y reacción; lo cual produjo resultados hacia las diez de la mañana al entrevistar, entre otras acciones propias de esos dispositivos, en sus casas y lugares de destino, a los catorce pasajeros, al conductor y al ayudante del bus en el que llegó Nosly y, desde luego, a la señora del puesto ocho, quien, además, les dijo que otra persona la había abordado al bajarse del bus, mostrándole una foto que a ella le parecía era la del tipo que viajó a su lado desde Soatabio.

—Personaje aquel —insistió la mujer—, quien, a pesar de ser muy buen mozo, es una lástima... por lo descortés; ya que se negó a responderme las preguntas que a lo largo del recorrido le hice, tan solo con el propósito de hacer más ameno el viaje.

Con la información de la ubicación exacta de la casa en Timbianí donde ahora residía Arinhayeth, y con la certeza de saber que Nosly estaba en el área, y desde luego, para evitar despertar sospechas, aquellos seis insurgentes, con instrucciones precisas de qué hacer, dónde y cuándo, se desplazaron en grupos de a dos hasta esa cercana municipalidad, a tan solo veinticinco minutos del centro de Puebloyán. Allí tomaron las respectivas ubicaciones para el operativo final cuando apareciera el profesor fugitivo. Por su parte, las milicias timbanas estaban atentas, alertas y dispuestas a prestar, con gran sigilo, el apoyo de fuerza y logística que se les llegara a requerir en el momento oportuno.

Este otro movimiento tampoco pasó desapercibido, esta vez, tanto por los organismos de seguridad del Estado, como por las FCDSC que de inmediato alertaron a la facción local en Timbianí para lo pertinente. Estos últimos montaron la respectiva operación conjunta de resistencia y soberanía, puesto que con la última información dada por la pasajera del puesto ocho, los analistas y jefes concluyeron que se trataba del ajusticiamiento de un fugitivo desertor de la guerrilla, quien, con toda seguridad, si ellos, las FCDSC, lo encontraban primero, iban a obtener ventaja con la información que este les tendría que suministrar.

El retrato hablado de Nosly que la pasajera del puestoocho ayudó a elaborar se distribuyó con rapidez entre los cofrades de lasFCDSC. Uno de estos agentes irregulares, infiltrado hacía más de seis mesesentre las milicias de la guerrilla en Puebloyán, a eso de las 11:30 lescomunicó a sus jefes los planes del comando insurgente que llegó a Timbianí, loque generó de inmediato una contra ofensiva. Se dispuso que los integrantes dela facción timbana esperaran que el comando guerrillero actuara y en el mismomomento, y solo cuando el fugitivo estuviera en el área, con la sorpresa y elnúmero de efectivos a favor, contraatacaran y rescataran, con vida, alfugitivo. Lo necesitaban vivo, constituía un botín informativo valioso para sucausa de limpieza y depuración social, y de protección para el patrimonio delas gentes de bien del departamento y la región, como lo pregonaban a sangre yfuego en esa zona del país.

Con derrotero inciertoOnde histórias criam vida. Descubra agora