Recuerdo de un Reino [#2] - Link x Apaya - TLOZ Breath Of The Wild +18

16. Intervención

De pronto me desperté. Luego de aquella batalla contra el súper guardián y la posterior intervención de Sidon y compañía, yo no pude más; en cuanto tuve la oportunidad, me derrumbé y caí en un profundo sueño, uno del que me tomó varias horas despertar.

En cuanto abrí los ojos, me di cuenta de que me encontraba sentado, apoyado sobre una caja de madera, con el pecho desnudo; pude ver el cielo azul con algunas nubes, y una torre Sheikah a lo lejos, frente a mí había una cacerola apagada, y a mi lado se encontraban mis compañeros... los que quedaban.

—¡Link! —exclamó asombrada la rubia Selmie al verme.

—Ya despertaste... —dijo Inogg volteando a verme.

Yo me sentía muy confundido, era obvio que ya no estábamos en la planicie detrás del Templo del tiempo. Me sobé un poco el pecho y luego las piernas, descubrí que ya estaba sanado. Luego caí en cuenta de la situación, eramos menos, mucha gente había muerto.

Volteé la mirada y me di cuenta de que había muchísimas casas del estilo de Karud, cúbicas y coloridas; de hecho nos encontrábamos cerca de una, también vi un Santuario muy cerca, y sentada en el pórtico de una casa, estaba Tamina abrazando sus rodillas, tenía la mirada algo apagada.

—¿Dónde estamos...? —pregunté algo extrañado, no terminaba de reconocer el lugar.

—Seguimos en la meseta. —me dijo Inogg muy serio. —Mira con atención.

Había tardado en darme cuenta, pero a lo lejos pude ver que estábamos rodeados de varios Orni y soldados Zora en puestos estratégicos; nos estaban vigilando dentro de un perímetro. Ahora lo entendía, aquella era la torre de la meseta, y nosotros nos encontrábamos al lado del santuario de Oman Au; Zelda había mandado a construir aquellas casas, aunque realmente no parecían habitadas.

Me puse de pie, y no pude evitar llamar la atención de los Orni y los Zora que nos veían. No veía por ningún lado a Sidon o Teba, mucho menos a Riju.

—¿Qué está pasando? ¿Dónde está Agen? —le pregunté a Inogg.

Inogg se me quedó viendo con un rostro bastante serio y precavido.

—Ellos intervinieron en la batalla y luego nos separaron, nuestro grupo de este lado, y la reina y sus perros de aquel lado. —dijo mientras veía la rampa de acceso a la meseta. —Nos separaron con vigilancia incluida.

—¿No te dijeron nada? —le pregunté extrañado.

—No. Pero sé que algo traman, y parece que la reina está en la misma posición que nosotros.

—¿Y Agen?

—Allá. —me dijo señalando más adelante.

A donde señalaba Inogg pude ver que había alguien junto con uno de los Orni que nos vigilaban. Entendí que se trataba de uno de los muros de la rampa de la entrada a la meseta. Sin más, fui hacia allá solo con mis pantalones y mis botas; poco a poco vi que uno era Agen, y el otro ni más ni menos que Teba, el Orni de plumaje blanco.

—¡Agen! Teba! —exclamé para llamar su atención.

—Link... —dijo Agen sorprendido.

—No puedo creerlo, de verdad eres tú, Link. —dijo Teba algo atónito.

Su reacción me causó algo de confusión, ¿no sabía que era yo?

—Sí... soy yo. —dije algo extrañado.

—Me contaron de esto hace tiempo y no quise pensar mucho en ello, pero de verdad, no creí que tú estarías de parte de los Ajenos. —me dijo con cierto aire de decepción.