27. Cholula

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2006

—Es... ¿Es en serio la propuesta? —preguntó Yul atónita.

Nila sonrió y tomó un sorbo de su bebida.

—Muy en serio —corroboró.

Yuliana se había emocionado, pero enseguida su gesto se desvió a un lado para mirar en la calle a una familia bajar su auto. Se veían felices y estaban por entrar al cine.

—Dudas, ¿cierto? —Nila la trajo de nuevo a su conversación.

—Es solo que... estas propuestas nunca me llegan.

Nila alzó una ceja.

—Dices, ¿qué más allá de tu círculo familiar, no eres la gran Yuliana de la que todos toman de ejemplo?

Yul jugueteó con sus dedos y agachó la mirada, se sentía avergonzada. Ahí iba una vergonzosa verdad, más allá de casa, no había elogios y atenciones, entonces recordó lo que la impulsaba y se dijo así misma que no debía dudar.

—No, pero he trabajado duro para lograrlo —contestó con firmeza, más para ella que para Nila.

Su maestra se recargó sobre la mesa, con sonrisa divertida la observó atenta. Ante la gente parecían un par de amigas que habían salido a tomar un café helado, sin saber que el motivo real no tenía nada de parecido.

—No todo es tan malo. —Nila se enderezó— Mantienes a tu familia a raya, tienes talento y sabes liderar. ¿Crees que dejaría ir un futuro como el tuyo? —Yul la miró, había caído en el juego, así que la maestra continuó— Tan solo piénsalo, ya estás asegurada con tu familia, ¿por qué no ir por más?

Yul se recargó sobre su asiento. Todo lo que le decía era verdad, no necesitaba escuchar más para poder convencerse de que aquello que deseaba podía obtenerlo, por algo se había esforzado, ¿no?

Se lo merecía, o eso pensó, así que asintió con la cabeza.

—Mañana quédate después de entrenar, practicaremos un par de cosas extras.

—¿Terminando, dices?

Nila le dirigió una mirada seria. Acababa de ofrecerle algo tan importante y ahora ponía en duda cumplir con el objetivo.

—¿Tienes más cosas que hacer?

Yuliana pensó que responder, claro que quería aceptarlo, pero seguía siendo una joven que disfrutaba de salir con amigos y vivir su vida.

—Sí, pero supongo que puedo posponerlas —contestó resignada.

Nila se tomó lo último de su café helado y se levantó. Antes de irse le susurró a Yul en el oído:

—Cuando tienes verdaderamente un objetivo, nada ni nadie es más relevante. Te escogí por algo, piénsalo bien, ¿qué tanto vale tu esfuerzo?

Sin más, la maestra salió del lugar y Yul abrazó con sus dedos su bebida, estaba derritiéndose. Analizó bien sus palabras y suspiró profundo. Era cierto, ella quería ganar, a cualquier costó y sacrificar un par de salidas no afectarían en nada... o eso esperaba.


2008

Ni Cristián ni Kousei insistieron con la pregunta. La frialdad y firmeza con que Frey había respondido les dejaba en claro que no era momento de tocar el tema.

Permanecieron callados durante un rato más y antes de retomar la conversación con una plática banal.

Si bien la distancia entre Huauchinango y Puebla capital no era larga, pero sí era tediosa en épocas festivas. Justo en esos momentos México se encontraba de "puente" -varios días de descanso por fechas especiales, iniciados en fin de semana y extendiéndose hasta lunes—. Este puente ocasionaba que miles de personas salieran de sus rutinas para distraerse visitando pueblos mágicos y otras zonas turísticas del país.

Crónicas del Quinto Sol: La diosa negraHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin