La Academia de Cazadores de Sombras no era una creación de perdurable belleza. La Academia era un basurero.
Magnus no disfrutaba el campo a principios de primavera, cuando terminaba de verdad, a finales del invierno. Todo el paisaje era tan monocromático, como una vieja película. Los campos grises oscuros bajo un cielo gris pálido, y los árboles, despojadas garras grises bajo las nubes de lluvia. La Academia igualaba su entorno, en cuclillas en el paisaje como un gran sapo de piedra.
Magnus había estado ahí un par de veces antes, visitando a sus amigos. A él no le había gustado el lugar, recordó caminarlo tiempo atrás bajo los ojos fríos de los estudiantes que habían sido entrenados en la oscuridad.
Al menos en ese entonces el lugar no había estado cayéndose. Magnus se quedó mirando una de las esbeltas torres que estaban en cada una de las cuatro esquinas de la Academia. No se sostenía de forma recta; de hecho, se veía como un pariente pobre de la Torre Inclinada de Pisa.
Magnus la miro, se concentró y chasqueó los dedos. La torre volvió a estar en su lugar, como si fuera una persona agachada que había sido enderezada de repente. Ya está. Hubieron una serie de débiles gritos que salían de las ventanas de la torre. Magnus no se había dado cuenta que
había gente dentro. No le parecía posible ya que se veía totalmente inseguro.Bueno, los habitantes de la torre que antes se apoyaban para caminar pronto se darían cuenta que les había hecho un favor. Magnus miró al ángel, situado por encima de la puerta. El ángel lo miró, poseía una ardiente espada y una mirada dura, como si él no aprobara la forma de vestir de Magnus y estaba a punto de pedir que la cambie.
Magnus caminó bajo el ángel crítico hacia el pasillo de piedra, silbando suavemente. La sala estaba vacía. Todavía era muy temprano en la mañana, lo que tal vez explicaba por qué todo el paisaje estaba gris. Magnus esperaba que el día se iluminara antes de que llegara Alec.
Había dejado a su novio en Alicante, en la casa de su padre. La hermana de Alec, Isabelle, estaba quedándose allí también. Magnus había dormido con inquietud en la casa del inquisidor la noche pasada, se fue con la excusa que tenía que desayunar solo. Durante años, Robert y Maryse Lightwood habían arreglado sus vidas para no verse nunca, a excepción de cuando hubiera que pagar las cuentas de la luz.
Magnus estaba bastante seguro de que Robert y Maryse hubieran deseado volver el tiempo atrás. Magnus sabía que ellos nunca lo hubieran aceptado para su hijo, y aun si hubieran elegido a un hombre, ciertamente no sería un subterráneo. Menos uno que sabía sobre sus días en El Círculo junto con Valentine, de los que ambos no estaban orgullosos.
Magnus lo sabía. Podía amar a un cazador de sombras, pero era imposible a todos. Él esperaba evitarlos cortésmente por muchos más años, y cuando sea necesario, tolerar cortésmente a los padres de Alec. Era un precio muy pequeño a pagar para estar con él.
Justo ahora había escapado de Robert Lightwood, con la excusa de inspeccionar las habitaciones. Magnus había pedido a la Academia que preparara las habitaciones. Y el estado del resto de la Academia, Magnus tenía presentimientos oscuros alrededor de estas habitaciones.
Corrió a la ligera por las escaleras en ese silencio, haciéndose eco del lugar. Sabía a dónde iba. Había accedido a venir a dar una serie de conferencias, a petición de su vieja amiga Catarina Loss, pero él era, después de todo, el Gran Brujo de Brooklyn y tenía ciertas normas. No tenía ninguna intención de dejar a su novio por semana. Él había dejado claro que necesitaba una suite para sí mismo y para Alec, y que la suite tenía que incluir una cocina. Él no iba a comer cualquiera de las comidas que Catarina había descrito en sus cartas. Si era posible, tenía la intención de evitar incluso ver a cualquiera de las comidas que Catarina había descrito.

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Ahora somos padres - Malec [Pausada]
FanfictionEs una recopilación de las historias de la hermosa pareja Alexander Lightwood (nefilim) y Magnus Bane (brujo) de la saga Cazadores de Sombras de la autora Cassandra Clare todos los créditos y felicitaciones para la escritora por darnos a esta linda...