Escapare de mi final tragico

Capitulo 10

Pero su rostro arrugado parecía doloroso.

—No, debería haber prestado más atención a la comida de Ariel

Por lo general, la comida de una mujer de la familia real se verifica con anticipación para ver si es venenosa.

Sin embargo, el día en que Ariel fue envenenada, fue el día en que la Sra. Loen se fue de licencia después de una larga ausencia.

La Sra. Loen siempre se culpaba a sí misma por eso.

Por su incapacidad para proteger a Ariel, a pesar de que había perdido la vista por la ira del emperador.

La Sra. Loen sólo ahora comprendió su remordimiento.

'... Pero eso no es culpa de la Sra. Loen'

Claude pensaba igual.

Trató de convencer a la Sra. Loen de alguna manera.

—No sé por qué tiene ese pensamiento, pero quiero que Tasha cambie de opinión ahora

—Pero, Señor, si hubiera estado allí

Obsesionada con su antigua culpa, la señora Loen murmuró débilmente.

Luego, dejó su plato.

Su elegante etiqueta gastronómica, aprendida por su cuerpo durante los últimos dieciocho años, la ayudó a evitar hacer el más mínimo ruido al comer.

Pero, ¿qué hizo ese sonido?

—Señora, esto le puede sonar como insulto...

Fue para llamar la atención de la señora Loen, que había perdido la vista.

Abrió la boca con su rostro tranquilo.

—Puede ser más doloroso para la señora decir cosas así, que para su marqués

—... Lady Moren

—Su Excelencia, tiene un vínculo especial con la Sra. Loen. Probablemente por Ariel-sama. ¿Pero no pueden mantener su vínculo para siempre solo con recuerdos dolorosos? Sé que la Sra. Loen también valora mucho a su Excelencia. Entonces, en lugar de afligirse más, ¿no sería mejor apreciar el momento en que podemos reírnos juntos?

—...

Ella también había olvidado eso en un momento.

En su odio y dolor, intentaron matarla a ella junto con Claude.

Todo lo que quedaba al final del día era la desesperación total, así que espero que no se deje atrapar por sus emociones.

Rara vez hablaba mucho y a menudo cerraba los labios.

De nuevo, una voz firme.

—Sé que fui presuntuosa, señora. Lo siento por eso

La atmósfera en la mesa decayó pesadamente.

Pero no era pesado en un sentido desagradable.

La señora Loen tenía su rostro mezclado con sorpresa y complejidad, y Claude la miró a los ojos con curiosidad.

La tenaz mirada de Claude pasó por las pálidas mejillas, mordiéndose el labio.

—... Bueno, fue una cena divertida, pero el ambiente es demasiado incómodo

Apartando la mirada de él, Claude abrió la boca.

Pronto aclaró el estado de ánimo.

—Por cierto, la señorita Blanche tiene modales perfectos para su edad. No podría hacer es