Entonces fui a la habitación de Ochako, entré con sigilo, pues supuestamente estaba dormida, y ahí estaba, tranquila en una cuna bonita con unos adorables adornos colgando de la parte del "techo" que tenía.
Me acerqué y la vi, tenía las mejillas rosadas y gorditas, su cabello castaño y cortito con ese corto flequillo que la hacía ver muy tierna. Al ver que estaba tan entusiasmada durmiendo tan solo la dejé ahí para empezar a ver su habitación por mera curiosidad; habían dibujos en las paredes, pero no literalmente, estaban en hojas de block grandes y pegadas, pues ni siquiera los muebles están rallados como los de los bebés normalmente. Habían fotos de ella y Nemuri, se veían tan felices y despreocupadas, pues ahora dudaba si yo me la pudiese con todos cuando ella no esté, se nota que si son cercanas.
Quise entrar a ver las otras habitaciones, pero no estaban con sus dueños y dueñas, así que solamente me quedé con las ganas mientras me iba de la de Ochako. Dejé la puerta abierta por si acaso, pues por cualquier cosa para oírla, si era tan pequeña aún.
Eran las cuatro de la tarde y me preguntaba qué horario tendrían los niños, ¿a qué hora volverían? Me ponía ansioso de solo pensarlo, ¿y si me odian? No quería seguir torturándome con esa mentalidad pesimista, pero era una posibilidad.
Prendí la televisión al no tener nada más que hacer y la dejé en un canal de repostería, se veía interesante, es que no veía mucha tele y no es como que tenga mucho que ver.
Casi quince minutos y sentí la puerta de la reja abrirse y unas voces infantiles, eran ellos, y yo estaba tan nervioso, la preparación mental se fue a la punta del cerro y se quedó allá bien lejos.
Me puse al frente de la puerta de entrada y al sentir que ya estaban más cerca abrí, vi a dos muchachos y una muchacha mirarme con una cara de espanto terrible.
-¡Ahhhh! -gritaron ellos.
-¡Ahhhh! -grité de vuelta por impulso mientras los veía con susto y me protegí de una forma extraña con mis brazos.
-¡Un ladrón, a él! -gritó una muchacha de cabello rosado y medio cortito.
Corrieron hacia mi, yo por su puesto salí corriendo al segundo piso y me encerré rápidamente en mi nueva habitación. A los pocos segundos ya estaban afuera y golpeaban fuertemente la puerta, no sabía que hacer, eran unos salvajes.
-¡Estás muerto, ladrón! -gritó un niño pelinegro-. ¡Sale o llamamos a la policía!
-¡N-no soy un ladrón, su madre me contrató p-para cuidarlos porque tuvo que salir!
-¡No es verdad, no nos avisó nada! -respondió la muchacha molesta.
-¡Fue algo urgente, si quieren llámenla y pregúntenle! -dije de vuelta atemorizado-. ¡No me hagan nada, por favor!
-Llamaré a mamá -dijo el mismo pelinegro y se escuchó como marcaba, no mucho después respondieron-. ¿Aló, mami? ¡Hay un ladrón que parece un brócoli en la casa! -mi constante apodo de burla de la universidad no, por favor-. ¿En serio?... ¿Por qué lo contrataste?... ¡No necesitamos a nadie más que tú!
El pequeño estaba super enojado, y creo que ya me gané su odio, qué bien, ¿no?
-Ay, dámelo -esa fue la chica que al parecer le quitó el celular para hablar ella-. Mamá, ¿por qué no avisaste? -preguntó-... Ohh, entiendo, bien. ¡Nos vemos! -y supongo que finalizó la llamada.
-Es un niñero de verdad, no un ladrón -afirmó el muchacho que no habló por teléfono, uno de cabellos negros también, pero más puntiagudos.
-No quiero a un niñero, quiero a mi mamá -se quejó el otro.
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babysitter [katsudeku]
FanfictionIzuku es un chico que tiene problemas de dinero a sus veinticuatro años, pero de la nada logra encontrar trabajo de niñero en un hogar muy peculiar. -Lenguaje explícito. -Lo único que conservo de los personajes son sus características físicas, excep...