10 𝔏𝔞 𝔳𝔬𝔷 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔰𝔦𝔯𝔢𝔫𝔞

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-No lo estás, preciosa. -Entrelazo nuestros dedos. -Estoy a tu lado, estamos a tu lado.

Baja la mirada, se siente avergonzada, pero aún así no suelta mi mano, de hecho la aprieta y sin importarme quien este en mi cuarto, quien nos observe la estrecho contra mi cuero en un abrazo, como si mis manos fuesen a alejarla de todos los problemas, deseando que fuese así.

-Quería que se acabara. -Susurra sin despegarse de mi. -Quería que dejaran de cazarnos.

Mierda, mierda. No puedo dejar que llore, no puedo dejar que sufra soy capaz de hacer lo que sea por ella, joder, nunca me había sentido así.

-Esos malditos -Hasta aquí se siente la ira de Marcela cuando habla. -Malditos estúpidos no se dan cuenta de que ellos son como nosotros, son incluso mejores.

-Las tratan como animales. -Masculla mi padre, Sedna mantiene la cabeza oculta en mi cuello. -No ven más allá de el dinero que le provoca arrancar sus colas.

-¿Por qué no llamamos a la policía? -Pregunta Déborah y sinceramente me sorprende que haga esa pregunta que se responde sola.

-Porque el gobierno se beneficia. -Espeto. -Esto debe ser más grande de lo que imaginé.

-De hecho no lo hace -Interrumpe mi padre -El presidente está al tanto de la situación y trata con todos los medios de desactivar la pesca.

-Pues no se notan sus medios -Pongo los ojos en blanco -¿Y qué tienes que ver tú en todo esto?

-Su padre y el presidente tienen grandes intereses en común -Explicó la Señora Rogers - Ellos día a día investigan como ayudar su especie, encontrarles un santuario.

Esto es demasiado increíble, mi padre es parte de algún proyecto secreto de protección de sirenas.

- Si eso fuera cierto su situación no sería tan crítica.

-Ojalá pudiéramos hacer más, pero que el mundo desconozca de su existencia nos frena un poco -Explicó mi papá -Si la existencia de ellas saliera a la luz, sería el verdadero fin de su especie.

-¿Por qué?

-Porque los humanos no todos son como ustedes -Interrumpió Sedna -Son egoístas, solo piensan en enriquecerse.

-Con sus escamas se fabrican diamantes -Explica Marnie -Nadie podría parar las pescas masivas.

-Esto es más grande de lo que pensaba -Admito aturdido.

-No tienes idea. -Marnie saca del bolsillo de sus vaqueros una tarjeta y se la entrega a mi padre. -Soy miembro de OHS.

-No me sorprende la verdad -Es todo lo que dice mi progenitor

-¿Eso que es?-Pregunta Tyler -Suena a enfermedad de trasmisión sexual.

-Es la organización de la cuidad que se encarga de protegerlas Ocean Harbor Side o en sus siglas OHS -Explica mi padre - lleva siglos luchando contra los pescadores, tu madre y yo éramos parte junto a nuestros amigos.

-¡¿Mi mamá sabía de las sirenas ?!

-Tú madre era la que más ferozmente las protegía, Guirnalda era su mejor amiga, ambas se entendían como una, ambas siempre se cuidaron la espalda , luego de que Guirnalda se marchara sorpresivamente , tú mamá no volvió a ser la misma y dos años después le diagnosticaron su enfermedad, pero ni aún así dejó de investigar, de tratar de facilitarles la vida.

Trago el nudo que se forma en mi garganta, he vivido rodeado de secretos, trato de buscar recuerdos de la tal Guirnalda, pero no lo hago, tampoco consigo recordar cuando diagnosticaron a mi madre, pero sé que era muy pequeño así que tal vez nunca la conocí .

Canción de Mar ©✔ Where stories live. Discover now