Capitulo 17

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El silencio reinaba el camino.

Y claro que así seria hasta que llegarán a su destino.

Por la cabeza de ellos solo pasaba el suceso de hoy en la mañana, uno recordaba con diversión  el otro con vergüenza.

Delo que si estamos seguros, es que Gilbert nunca olvidaría la imagen de Lily babeando la almohada donde dormía y su rostro cuando descubrió que el chico la vio babeando con la boca abierta.

Ciertamente, la chica quería desaparecer de aquel lugar y esconderse en un pozo, pero se comprometió a acompañar a su mejor amigo a su destino por lo que no iba a faltar a su palabra.

- ¿Crees que encontraremos a Bash? - el chico volteó a mirarla. Miró fijamente su rostro para luego soltar una inconsciente risita - ¿De qué te ríes? 

- Es solo que no puedo olvidar tu rostro todo babeado - siguió carcajeándose hasta que observó como la chica aumentaba trote del caballo progresivamente para alejarse de aquel sinvergüenza - Ya ya, lo siento Lily, no te enfades.

A pesar de sus disculpas, ella siguió con un trote rápido para que aquel incomodo y vergonzoso camino hacia la estación del tren terminara en unos minutos.

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Cuando el camino a la estación finalizó, dejaron a sus caballos en los establos para luego pasar por ellos cuando volvieran de su pequeño viaje.

- ¿Estas enojada? - cuando dejaron los caballos.

- ¿Estas enojada? - cuando compraron los pasajes.

- ¿Estas enojada? - en el tren.

- ¿Estas en--

- No Blythe, no esto enojada, simplemente estoy tratando de olvidar el hecho de que babee la almohada que le pertenecía a tu padre - no era del todo mentira, si estaba avergonzada de babear aquella almohada, pero estaba más avergonzada que Gilbert la haya visto con esas pintas, quería morir de lo apenada que estaba.

- No te preocupes por eso, a mi padre también le hubiera causado gracia - ambos se miraron para luego soltarse a reír al mismo tiempo.

Cuando se calmaron, esperaron pacientemente a que el tren comenzara su viaje.

Lily había decidido tomar un libro de su pequeño bolso para pasar el tiempo estudiando un poco en lo que duraba el viaje. Mientras tanto, Gilbert la observaba con detenimiento. La expresión de la chica era tranquila hasta relajante. Estaba tan concentrada, que Blythe estaba seguro de que si le hablaba ella no lo tomaría en cuenta hasta que dejase el libro. Por eso, le sorprendió que ella levantará la mirada hacía él y le dedicara la sonrisa más sincera que había visto.

La calidez en su pecho, el hormigueo en su estomago y las incesantes ganas de tomar la mano  de aquella chica sentada enfrente de él lo asustaron. Tanto, que desvió de manera brusca la mirada tratando de pensar en otra cosa. Para su suerte, ella estaba tan concentrada en su libro que apenas y notó los movimientos del pelinegro frente a ella. Esto lo agradeció Blythe.

Cuando estuvo a punto de mirar otra vez a la chica, su atención fue robada por un grupo de personas muy conocido para él que se estaban subiendo al tren de manera ilícita.

Observó confundido para luego sonreír por las locuras de sus amigos, no tenía la menor duda de que aquella idea vino de Anne. Si que se las ingeniaba para conseguir lo que quería.

Decidió que lo mejor sería cerrar sus ojos un rato, para contener sus impulsos de observar a su amiga o de pensar en su compañera pelirroja.

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2021 ⏰

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La Lección - Gilbert Blythe -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora