Tú y Namjoon habían estado tratando de tener un bebé por un tiempo. Estaba en sus dos planes, pero simplemente no funcionaría. Te sentiste particularmente mal porque sabías cuánto deseaba Namjoon ser padre. Era el lugar y el momento adecuados, lo único era que todavía no estabas embarazada (y no por falta de esfuerzo).
Cuando fue a su ginecólogo, Namjoon fue con usted y tomó su mano cuando lo necesitaba.
El médico decidió hacerte una ecografía mientras estabas allí, aunque estabas segura de que no estabas embarazada. Se había sentido igual que siempre y tenía su período con regularidad.
"Bueno, enhorabuena, van a ser padres", dijo su ginecólogo, señalando un pequeño punto en el monitor. Al principio, ni siquiera escuchaste lo que dijo y Namjoon tampoco. Sus ojos se abrieron de repente y las lágrimas se deslizaron por sus ojos.
"¿Q-Qué?" usted tartamudeó.
"Todavía no puedo determinar el sexo, claro, porque parece que solo han pasado quince días pero lo podrás averiguar en las próximas citas", explicó la doctora, quitándose los guantes.
"Estoy ... estoy embarazada?" repetiste de nuevo.
"¿Está seguro?" preguntó Namjoon, su voz sonaba como si acabara de correr un maratón.
"Sí, claro, aquí", dijo el ginecólogo y le entregó las fotos de la ecografía. Saltaste a los brazos de Namjoon y él enterró su rostro en tu cuello.
"Oh, Dios mío ... te amo tanto, cariño, tanto", respiró, apretándote con fuerza.
"Yo también te amo", gritaste, agarrando las fotos en tu mano. Sentiste una lágrima deslizarse por tu cuello y no era la tuya. Era de Namjoon. Su felicidad solo aumentó la tuya, haciéndote llorar aún más, pero al mismo tiempo sonreíste. Fue el día más hermoso de tu vida, estabas teniendo el bebé de Namjoon.
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