Capitulo 26. Dos hombres y un acuerdo.

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—Puedes volver por donde llegaste, mi novia ya tiene quien la recoja  —una voz áspera se escuchó a espaldas de Dereck..

Ross miró  por sobre el hombro de su ex prometidoy lo vio,  él tenía una mirada arrogante y una apariencia imposible de ignorar y es que el caballe rubio  brillaba a pesar que el sol ya se estaba poniendo,

—Tu novia y  mi prometida ¿Qué crees que pese más?  —dijo Dereck con tono sarcástico y molesto a la vez.

No puede estar más contrariado. No lo acepta. No reconocerá que su prometida ahora ya es pareja de Lombardi.

—¿Te refieres a la prometida que tú mismo terminaste frente a los medios? —preguntó Christopher y esperó la repuesta de Dereck, pero éste permaneció en silencio, ya que él mismo se arrepiente de haber  echo algo tan estúpido  —Gracias.

— ¿Qué? —dijo Dereck confuso.

Asi mismo,  Ross arrugó sus perfectas cejas por el comentario de Christopher, no le gustó que le refrieguen en la cara que fue dejada delante de toda una audiencia pública.

—Tengo que agradecerte  por dejar libre a la mujer que me gusta. Gracias a ti conocí a Ross y fue también a gracias a ti que la hice mi novia —el tono de la voz de Christopher contenía arrogancia y un atisbo de burla.

Dio en el clavo, pensó Ross mientras avanzaba hacia adelante, pasó por el lado de Dereck, ella no le dirigió la mirada, simplemente pasó de largo y se detuvo frente a Christopher.

El tiempo pasó detenerse para Dereck cuando ella pasó por su lado con indiferencia, prefirió a Lombardi antes que él, asi lo entendió, incluso pudo sentir que su corazón dejó de latir.

El se dio cuenta. La presión en el pecho casi no le dejaba respirar con normalidad. Esto es lo que ella debía sentir  mientras la despreciaba, ignorándola y paseándose con Diane en su delante.

No volteó, no quiso hacerlo porque si lo hacía la vería con él,  no tuvo el valor de enfrentarlos a los dos juntos. Ahora está sintiendo lo que ella sintió, él  se dio cuenta... Y pensó muy para su pesar que se dio cuenta demasiado tarde.

—Mañana tengo viajar a San Francisco, por eso tomé la  iniciativa de venir hoy para llevarte  a cenar —dijo  Christopher, ya que  la mirada interrogante de Ross hizo que sienta la necesidad de aclarar porque vino  sin avisarle.

Y bien que hizo en venir, acertó y se aplaudió a si  mismo ya que sino Ross estuviera en el coche de Dereck con destino a quien sabe donde.

—Está bien, vamos. —asintió ella dirigiéndose hacia el coche negro donde un escolta le esperaba con la puerta abierta.

Hoy Christopher no vino a recogerla en su jaguar rojo.

—Debiste disparar, quizás si me matabas tendrías a Ross contigo ahora —él  dijo y Dereck volteó.

Su mirada se tornó sombría, miró con depreció a Christopher porque el tono de su voz denotaba triunfo, arrogancia y burla.

Lo vio subirse al coche y adentrarse en el. Si, debió seguir con la orden. No debió detener a los guardias de la mansión,  se lamentó  mientras reparaba en la fila de coches negros que seguía al lujoso auto  en el que ambos se marcharon.

Su celular vibró haciendo que vuelva en sí, desconocía el número que parpadeaba en la pantalla... y contestó cuando usualmente no lo hace.

—Estoy embarazada —musitó una quebrada voz al  otro lado del teléfono.

—Entonces da a luz en la cárcel —dijo el con frialdad.

El Renacimiento De La Esposa Del CEOМесто, где живут истории. Откройте их для себя