Capitulo 02 ✓

1.5K 146 1
                                    

-Gracias. -Le dije frío a Emilio y él sólo me dio una sonrisa forzada.

Fui a donde estaba Danielle, ignorando todas las miradas.

- ¡Joaquín! ¡Viniste con Emilio! Hubieras visto la cara de Melody, casi se muere de los celos.

Dijo Danielle sonriente. Melody, antes solíamos ser amigos. Desafortunadamente le conté lo de mi beso con Emilio. ¡Maldito niño de trece años que le contaba todo a sus amigas! Por lo menos maduré en ese aspecto.

Desde el año pasado ella ha estado detrás de él y digamos que odia a cada una de esas chicas que se acercan a él.

¡Mierda! Ella sabe de ese beso y vernos llegar así.
¿En qué me he metido?

-Sólo se ofreció a traerme y ya, Danielle. -Dije frío.

-Sí y por dentro estabas saltando de la emoción cuando te lo pidió.

Al igual que yo cuando vi la cara de esa estúpida. -Dijo mi amiga y yo reí. Ella me conocía muy bien.

Entramos a la escuela y cómo odiaba la maldita atención. Nos dirigimos al auditorio en donde teníamos una reunión toda la escuela. Me senté con mi amiga y hablamos mientras esperábamos que todos se sentaran y mantuvieran silencio.

Hasta que la Señora Grenwich empezó con su discurso.

Danielle y yo nos encontrábamos sentadas en una de las mesas alejadas de todos. Sí, después de varias horas aburridos, ya era la hora del almuerzo.

Vimos entrar a Emilio, seguido por mi hermano, Keaton, Alex y unas que otras chicas. Mi hermano se acercó a mí, mierda, ahora toda la atención se centraba en nosotros.

-joa, no te puedo llevar a casa hoy. Es que tengo que hacer unas cosas y...-

Lo interrumpí. -Como sea, Ryan. Iré caminando a casa si es eso lo que te preocupa. -Dije seco. Subí la mirada y ahí estaba Emilio a su lado, mirándome fijamente, sólo que Melody lo estaba abrazando

- Ah y no me vuelvas a llamar joa. -Odiaba recordar el pasado, mi mamá fue la primera en ponerme ese apodo.

-Perdón y gracias hermanito. -Dijo y me dió un beso en la frente.

Todos se alejaron y se sentaron en su mesa. Melody se sentó en las piernas de Emilio y no pude evitar sentir celos. No puedo creer que después de todos estos años sigo enamorado de él. Ese beso. Ese maldito beso fue el causante de todo.

-Joaquin, te estoy hablando. -Dijo Danielle y yo quité la mirada de ellos.

-Oh, perdón.-

-Emilio, Emilio, Emilio... -Dijo Danielle y yo sólo reí.

En la salida, guardé algunos libros en mi casillero mientras hablaba con Danielle. Me despedí de ella y empecé a caminar, vi a Ryan hablando con sus amigos y unas chicas.

No me quería ni imaginar que harían hoy. Claro, viernes. Eso lo explica todo. Mi hermano me miró y me sonrío. Estúpido. Yo le doblé los ojos y seguí caminando.

Pasé por un café que quedaba cerca de casa y pensé, ¿por qué no?
Entré y pedí unas galletas de chocolate con café.

Me senté en una mesa alejada y empecé a comer, tenía bastante hambre.

Un chico de cabello liso, rubio y ojos azules se sentó en mi mesa. ¡Sí, en la mía!

-Hola, pues como somos las dos únicas personas aquí y tú estás solo al igual que yo, pensé que podía sentarme aquí contigo.
-Dijo y me sonrío.

Su sonrisa era hermosa. Yo también sonreí y envidiaba tanto su seguridad en sí mismo.
Yo jamás habría hecho lo que él hizo.

-Hola, tranquilo. Pues, para empezar, me llamo Joaquín ¿tú?

-Me llamo Erick. ¿Y qué hacías solo aquí?

-Pues probablemente lo mismo que tú. -Dije y él sonrió al instante.

Y así duramos toda la tarde metidos en ese café conociéndonos.

Erick era muy divertido, hace tiempo no tenía una conversación así con alguien. Al parecer teníamos el mismo gusto musical, a los dos nos encantaba Simple Plan.

-Muero por su último cd. -Dijo mirándome a lo que yo sonreí.

- ¿Sí? Pues yo a mi padre se lo pedí y él pensó que a mi hermano también le gustaba, por eso compró dos. Lo que me lleva a que obviamente uno no lo uso y... -Él sólo sonreía..

-Joaquin, ¿en verdad?

- ¡Sí! Ven, si quieres acompáñame a casa y te lo doy. Aparte ya oscureció y la casa está sola ya que mi hermano salió con sus amigos. -Dije y empezamos a caminar a casa.

Reíamos por cualquier tontería en el camino. Debo admitir que el chico era genial.

Lo agarré de la mano mientras corríamos hasta que por fin llegamos a casa, entramos y... ¿Qué hacían ellos aquí? ¿No se supone que estarían de fiesta o algo así?

Pequeño Eres Mío // [Emiliaco]Where stories live. Discover now