Capítulo 8

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La puerta se cerró y a Jess se le resbalaron algunas lágrimas. No dejaba de preguntarse cómo Boonie podía haberle hablado así. 

Entonces, tocaron a la puerta. La chica pensó que serían Gale o la directora y decidió ignorar el llamado, pero un hombre asomó la cabeza y le dijo con voz firme:

-Miss Velasco, el show empieza en 5 minutos y usted sale en directo en 15 -después, cerró la puerta con prisa y a Jess ni le dió tiempo a darle las gracias.

La joven suspiró, necesitaba hablar con alguien, pero no sabía con quién. Tenía muchos amigos, pero después de lo que pasó con Gale se había alejado de todos y le pareció muy hipócrita llamarlos de pronto, como si nada hubiese pasado. Sin embargo, había una persona que sabía que aunque pasaran años siempre estaría para ella. 

Torpemente, Jess cogió el teléfono y llamó a una de las personas que más amaba. A los dos pitidos, contestó.

-¿Jess? -preguntó una voz somnolienta al otro lado del teléfono.

-Johi... te he echado tanto de menos, hermana -respondió la actriz emocionada.

-¿Estás llorando? -preguntó con voz preocupada Johanna Velasco, la hermana mayor de Jess. 

Johanna era una joven morena, alta y de constitución fina. Tenía la piel blanca y los labios siempre sonrosados. Cuando ella y Jess vivieron en Estados Unidos de niñas, a Johanna la llamaban S.W., por las iniciales de Blancanieves en inglés.

-Bueno... -susurró la hermana menor.

-Jessica, ¿qué te ha hecho el gilipollas de Gale Dumm?

-No es él... O bueno, no directamente, al menos -Jess miró al suelo y cerró los ojos con fuerza para que le cayeran las lágrimas. -Es que... desde que Gale me engañó mi vida ha cambiado demasiado. Hoy... -suspiró- tenemos una entrevista en el show de Ellen y va a ser tan patético que me dan náuseas solo de pensarlo.

-Lo he visto en tu página de Facebook, sí -contestó la otra.

-¿Qué puedo hacer? Lo odio por lo que me hizo, y me obligan a fingir que lo he perdonado y que todo está bien -Jess rodó los ojos-. Hasta me han dicho que lo mejor será que nos besemos. ¡Nosotros nunca nos habíamos besado en público, joder!

-Pues... -se escuchó un ruido y luego la risa de Johanna. Segundos después, una voz masculina que Jess se alegró de volver a escuchar.

-Hi, Jess -dijo Ed, el novio inglés de la mayor de las Velasco.

-Hola, Ed -contestó en castellano la actriz.

-Espero que no te importe pero como Jo tenía puesto el altavoz me he enterado de todo -dijo el joven.

-No, no. Qué va -la chica sonrió.

-Okay -contestó Ed-. So, voy a dar mi opinión masculina -se escuchó la risa de Johanna al otro lado. -Creo que deberías demostrarle a todos que puedes con la situación, especialmente a tu ex. Haz el papel de mosquita muerta durante todo el talkshow y seguro que todos quedan contentos.

-Menos yo -gruñó Jess.

-O no... -dijo Johanna-. ¿Por qué no te vengas de Gale haciéndole creer que realmente lo has perdonado? Y cuando puedas mandarlos a todos a la mierda porque todos los eventos de la película han acabado, le dices que era todo mentira. Lo destrozarás.

Ed miró a su novia con los ojos muy abiertos.

-Será mejor que nunca te haga nada que te ofenda. Me da miedo como puedas reaccionar -susurró el chico.

-Más te vale -contestó la aludida.

Jess rió. En parte por la reacción de Ed, en parte porque supo que su hermana tenía razón. 

La venganza es un plato que se sirve en frío, pensó.

***

-¡Estamos fuera! -gritó el director del programa.

Ellen se levantó y felicitó a Jess y a Gale por un programa entretenido y diferente a lo habitual en su show. Después, se acercó a la actriz.

-Felicidades, realmente parecía que has perdonado a este chico -dijo.

-Esto... gracias, supongo -respondió algo incómoda la joven.

Después, un técnico acompañó a Jess a su camerino.

Buen trabajo, se dijo a si misma la chica.

En ese momento, llamaron a su puerta. A Jess no le hizo falta preguntar quién era, lo sabía de sobra.

-¡Pasa! -dijo con el tono alto más coqueto que pudo. Sabía perfectamente lo que tenía que hacer en ese momento.

Gale Dumm entró algo serio, y Jess decidió empezar por ahí.

-¿Por qué esa cara, Gale? -el joven actor abrió mucho los ojos, le sorprendió que Jess le hablara con un tono amable, y no con el de asco que usaba en los últimos tiempos con él- El programa ha ido genial, hasta Ellen lo ha dicho -Jess sonrió.

-Pues... -Gale cerró y abrió los ojos de forma muy exagerada, como si quisiera despertarse de un sueño- no sé. Solo quería decirte que has estado bien. Realmente parecía que todo... volvía a estar bien -susurró.

Jess sonrió. Este era el momento, el chico se lo había dejado en bandeja de plata. Se levantó de la silla y se acercó a Gale. 

-Quizá lo está.

El actor se quedó mirando a la chica, sorprendido. Jess, harta de que el sucio cabrón no se lanzara, lo agarró por la cara con ambas manos y lo besó de la forma más apasionada y real que pudo.

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