—De acuerdo, Señor.

Me acerqué a un grupo de mujeres para ofrecer los productos de catálogo, ya que Esteban mostraría el producto en físico junto con la modelo.

— ¿Por qué debo creer lo que me está diciendo? — preguntó una clienta.

— Porque estoy diciéndole la verdad — reiteré mi propuesta — Usted no va a encontrar este resultado en ninguna otra marca.

—¿Usted lo usa? — me preguntó, otra.

— Claro — mentí. — Uno debe probar su propio producto o si no con que derecho se da en ofrecerlo.

— No pareces estar usando maquillaje.

— Si que lo estoy, señoras.

Mentira. Yo no usaba maquillaje.

— Es tan bueno el producto que da un enfoque más natural — añadí — No suelo usar rímel muy seguido, pues como verán, estoy prácticamente ciega.

Las hice reír.

— Oh, cariño. Tienes unos ojos hermosos.

—Gracias, señora — respondí a su elogió — Pero no tan hermosos como los suyos.

Volvieron a reír.

— Ciertamente su piel es tan bonita que no necesita usar mascarilla para pestañas.

— Exacto. — le di la razón a la mujer que me veía con suma atención — Esa es la magia de este producto. Resalta la belleza natural. Gracias a la hermosa base mis ojos al natural lucen más bonitos.

Así continúe por diez mesas seguidas ofreciendo los productos y el resultado en las mujeres era casi siempre el mismo.

Bien, ahora era el momento de poner en marcha el plan que me tomó unos minutos construir. Busque a Esteban con la mirada para preguntarle quién era la tal Andrea y saber exactamente a lo qué me estaba enfrentando.

—¡Esteban!

—Oh, María.

—Sara — le corregí — Tengo una pregunta que hacerte....

— Oye, tu también deberías probar nuestros productos — comenzó a tocarme el rostro mientras lo veía detenidamente.

— Si, oye... ¡Deja mis lentes!

— Tu piel es muy bonita. Deberías resaltarla un poco más.

— Si, ya. Gracias — le quité las manos de mi carita. — ¿Sabes de casualidad quien es Andrea?

— ¿Andrea? — actuó pensativo — Ah si, Andrea. Es la que está con nuestro jefe en estos momentos.

Volteé la mirada para toparme con otra supermodelo y otra pelirroja más. Mierda, esto si que iba a estar complicado.

—Él jefe deberá esmerarse mucho está noche si quiere obtener información muy valiosa.

Esto necesitaba medidas extremas.

— ¿Harás algo especial está noche?

Primero tenía que deshacerme de alguien que pudiese arruinar la locura que estaba a punto de cometer.

—Supongo que pasar una divertida velada con mi modelo de prueba — se detuvo en seco —. Oh, espera... ¿Me estás invitando a salir?

—¿Qué? ¡No! —negué de inmediato.

—Mentirosilla...— respondió dándome un rápido golpesillo en la nariz.

—  Pásatelo súper con la modelo — lo interrumpí — No desperdicies cada minuto. La vida es una sola, nene. Esa mujer puede ser el amor de tu vida, solo ve como te mira.

—Sara — me llamó por detrás mi adorado jefe. ¡Puaj!

—Tu secretaria me da miedo —Le dijo pasando por su lado. Él ignoró su comentario.

—Ya hemos finalizado con las promociones. Puedes disfrutar de la cena a partir de este momento.

— Si, señor.

Bien, era hora de poner el plan en acción y solo podía esperar a que diera como resultado lo que yo necesitaba.  ¡Y ahora, a beber como si no hubiera un mañana!

 

LA CHICA DESASTRE ©° Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ