Capítulo 17: Abrazos y Caricias

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Ethan se despertó dando vueltas en su cama, hasta que chocó con un cuerpo que yacía en su cama. Él dio un salto asustado, hasta que se percató de quien era. Mary. Recordó que se habían quedado dormidos conversando. Ethan se enderezó en la cama, le quitó el cabello de la cara y acarició su mejilla, mirándola con más detenimiento. Su rostro estaba relajado, sus mejillas eran naturalmente rosadas, y sus pestañas eran largas, sus labios tenían una expresión neutra, aunque las comisuras parecían formarle una sonrisa leve. Había dormido bien, al menos por esa noche.

La puerta se abrió así sin más, y apareció Megan con el celular en la mano.

-Sí, dame un minuto -Megan observó a Mary dormir y luego miró a su hermano -. Sí, tranquilo, estaban juntos. ¿Haciendo qué? No lo sé, pero tampoco quiero saberlo, por si acaso.

-Megan ¿Qué ocurre? -intervino Ethan, algo avergonzado por su comentario.

-Es Max, está como loco buscando a su hermana. Le dije que estaba contigo...

-Dame eso, por favor -dijo sacándole el teléfono de la mano.

***

Mary se despertó con los ojos aún cerrados, se desperezó, y luego abrió los ojos. No estaba en su departamento. Estaba en otra parte. En la casa de Ethan. La habitación de Ethan. Se enderezó tan rápido como pudo. La puerta se abrió y entró Ethan.

-Buenos Días, ¿Dormiste bien?

Ella se quedó mirándolo atontada, no porque tuviera sueño, sino porque había dormido con él, aunque sólo fuera dormir, no estaba acostumbrada a dormir con nadie, excepto, tal vez, Max. Pero era diferente, Max era su hermano, Ethan era... ¿su amigo?

Sacudió la cabeza y respondió:

-Buenos días -dijo asintiendo -. Bien, ¿tú?

-Perfectamente -dijo y luego se corrigió-. Quiero decir, que si, bien. Gracias.

Mary asintió nuevamente.

-De seguro tienes hambre, vamos a que comas algo.

-Pero tengo que volver a mi casa y...

-No será necesario, Megan te prestará ropa, y puedes ducharte aquí.

-No me parece correcto...

-Megan insistió, ya sabes cómo es...

Mary dudó un rato más antes de asentir.

-De acuerdo.

Una vez ya bañada y vestida, Mary se encontraba en la habitación de Megan, acompañada por ésta, quien le peinaba el cabello.

-Así que... ¿Tú y mi hermano?

-¿Qué?

-No te hagas, los vi.

Mary comprendió.

-No pasó nada.

-Sí, claro -dijo Megan con sarcasmo.

-De verdad, él sólo, me ayudó con unas cosas... -se percató que Megan malinterpretaría eso -, Unas cosas personales. Pero no ha pasado nada de lo que te estás imaginando. No podría hacer eso.

-¿Por qué no?

-Soy la niñera de sus hijos...

-Vamos, Mary, te has vuelto más que eso. Ya eres como de la familia. Y por si eso no te alcanza, eres mi amiga y eso te da total libertad en esta casa para lo que quieras.

­-Bueno ya... Bajemos, los niños deben de esperarnos.

-Tranquila aún están durmiendo -dijo atando el cabello de Mary -. De acuerdo, ya puedes bajar.

***

-¡Mary! -la pequeña corrió escaleras abajo hacia ella.

-¡Sophie! -Mary la recibió con los brazos abiertos y ambas se estrujaron a más no poder, se querían realmente.

-¿Mary? -Alex se asomó y corrió tras su hermana y su niñera.

-Hola Alex -lo abrazó al igual que a Sophie.

-¿Qué te pasó anoche?

-Sophie...-la regañó Ethan entrando en la cocina.

-Está bien -Mary le sonrió, pero él no parecía convencido-. En serio.

Ethan terminó asintiendo, y Mary se puso en cuclillas para adquirir la altura de Sophie.

-Yo...me sentía mal. Me dolía un poco la cabeza y necesitaba descansar.

-¿Por eso llorabas? -preguntó Alex.

-A veces me pasa eso...-asintió Mary-. Pero tengo una idea para compensarles lo de ayer.

-¿Qué idea?

-Podemos ir al centro comercial -propuso ella -. ¿Qué dicen?

Los niños saltaron de alegría.

-¿Segura que ya estás bien? -preguntó Ethan, insistente.

Mary suspiró y asintió.

-Segura.

Megan no iría con ellos, debía estudiar para el día siguiente, así que, luego de desayunar, los cuatro subieron al auto y se dirigieron al centro comercial.

***

Luego de unas horas, el timbre de la casa sonó y Megan fue a atender. Enfrente de ella había un hermoso chico, rubio, y con ojos color verde claro, como los de Mary. Porque era el hermano de Mary. Max.

-Hola soy...

-Max, lo sé. Hablamos en la mañana.

-Cierto.

-Mary aún no ha llegado.

-¿No está aquí?

-Salió al centro comercial con Ethan y los niños.

-Oh, entonces creo que... -insinuó que iba a irse.

-No, ven pasa, en serio. Puedes esperarla aquí

-No quiero molestarte.

-¿Qué molestia? Pasa, hombre.

-Bueno, gracias.

***

Ethan, Mary y los niños, llegaron a la casa, y Mary entró primera, cuando llegó contempló una imagen que no esperaba ni por asomo: Su hermano, Max, abrazando a Megan. Mary quedó perpleja hasta que Ethan apareció detrás de ella, y ella no hizo callar.

-¿Qué ocurre? -preguntó él, ahora susurrando.

Mary cabeceó en dirección a los jóvenes que se encontraban en el living.

Ethan entendió enseguida y asintió.

Los niños corretearon hacia el living y ellos no pudieron detenerlos.

-¡Tía! ¿Qué haces con Max?

Ambos levantaron la mirada y vieron a Mary y a Ethan desviando la vista de ellos.

-Ehh... yo... vine a por ti, Mary -se excusó Max.

-Enseguida bajo. Iré a acostar a los niños.

Mary susurró un «Lo siento» antes de subir.

Ethan susurró un «Yo igual» en respuesta.

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Megan...Max... par de loquillos jajaja estoy feliz porque por fin pude hacerme un rato (un día en realidad) para escribir y, como escritora, les digo que a partir de acá, la historia comienza a ponerse buena... Confíen en mí.

Como siempre, ya saben que L@s amo ♥

Sálvame del DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora