El mounstro que se enamoró de la humana.

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Hola, este libro puede tener ciertos errores, intenté mejorar la mayoría pero puede haberse escapado varios, aún así deseo que sea de su agrado y les guste. Agradezco muchisisismo su apoyo. Los quiero.

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—¿Dónde estoy?—susurré ante el nuevo mundo frente a mí.

Había un montón de personas mirándome.Varias luces me molestaban en los ojos, fue ahí cuando reaccione, ¿personas?

¡Mierda!, seguro me habían atrapado.

Lo último que recordaba era la noche anterior, había huido de un grupo de cazadores, por fortuna logré escapar de eso, o al menos eso creía. Verán, nadie quiere a los mounstros a excepción de su misma especie, y no es que seamos malos, si no que basta con ver nuestro rostro para que intenten asesinarnos ya que no somos considerados nada...lindos. Sinceramente es algo injusto, pero me acostumbré con el tiempo.

¿Por qué la gente está vestida así? ¿Esos pantalones...? ¿Esa chica tiene la blusa rota? ¡Se le ve la mitad del abdomen!, pobrecita, debe ser del pueblo pobre y seguro la han atacado.

¿Qué sostienen en la mano? ¿Por qué sale un rayo de luz de eso?

Estire la mano intentando tapar aquel rayo de luz para que no me calara, fue cuando lentamente me percaté de algo, ¿por qué mis brazos son más ligeros? ¿Por qué mi piel es tan clara....? ¿Por qué mis manos son...?

¿!POR QUÉ MIS MANOS SON....?

—AHHHHHHH—solté un grito asustado, inmediatamente estire la otra mano. Estaba igual, sin pelo, sin ningún líquido pegajoso emanando de la piel, sin erupciones, sin....nada de mounstro, si no como la de—¡¡¡¿POR QUÉ SON DE HUMANO?!!!

Exclamé pero nadie respondió en su defensa se alejaron. Eso parecía seguir igual, seguían temiéndome.

Camine hacia ellos y siguieron retrocediendo, también tenía miedo pero quería comprobar si aún era igual en ese aspecto, si aún se aterrorizaban. Iba a correr pero algo choco entre mis piernas haciéndome bajar la vista automáticamente, ¿qué es eso que cuelga...?

—¡ES ÉL, EL DEPRAVADO SEXUAL, POLICÍA ARRÉSTELO!—la voz de una mujer me trajo a la realidad. Una persona con un traje azul se posó frente a mi, ¿de que iba todo esto? ¿Por qué mi cuerpo era así? ¿Porque todos me apuntaban con algún objeto extraño que sacaba rayos de luz? ¿Quién es el depravado sexual? ¿Por qué esta persona está frente...?

—¡AHHHHHH!—grité al sentir bastante dolor. Ese sujeto colocó algo a un costado de mi cuerpo lo cual me hizo sentir dolores o no se, mucha energía. Fue horrible, después colocó algo en mis manos, otra persona vestida igual que él me tomo del otro lado y entre ambos me subieron a ¿un carruaje? No, era diferente, parecía un carruaje pero más rápido y con cama incluida. La verdad estaba demasiado mareado que termine por perder la consciencia.
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Duerme mi niño, duerme ya, duerme pronto o el mounstro te llevará.

—¡DESPIERTA HOMBRE!—Él empujón en los hombros me levanto.—Ten, ponte esto antes de bajar.—me aventó una especie de bata, más bien como algo que te abriga, me la coloqué cerrándola. Salimos de ahí, después de un rato de interrogarme me llevaron a un lugar donde me encerraron con dos personas más. Les juré que no era de aquí, que me llevaran con mi familia, pero no dejaban de decirme que era un pervertido.

En fin, como si fuera poco el tipo a un lado mío no dejaba de comer azúcar, lo hacía de una manera tan extraña que terminaba todo manchado de la nariz. Y en cuanto al otro estaba dándonos la espalda acostado.