Sebastián estaba confundido, el estar tan cerca de Ciel hizo que su instinto despertará, se acercó más y empezó a olfatearlo sintiendo dos aromas distintos en el, el primero era maravilloso y demasiado agradable, pero el segundo lo enojaba, era el aroma de otro alfa.
Sebastián empezó a presionar al más pequeño, hasta empujarlo contra un árbol, lamio su cuello y su alfa rugio emocionado, Ciel sentía que si no lo detenía, todo su esfuerzo se perdería, lo empujó primero suave y luego fuerte pero el azabache parecía una montaña, no se movía ni siquiera un centímetro.
Sebastián acerco sus labios y los besó con fuerza, Ciel no pudo soportarlo más y se dejó abrazar por el azabache, lo agarro del cuello para profundizar mejor el contacto, ambos se besaban lentamente disfrutando del otro, el aroma se iba mezclando en los dos, Sebastián no podía controlarse aunque era muy leve, el aroma de Ciel lo embriagaba.
Sebastián forzó la entrada de su lengua dentro de la boca de Ciel, la envolvió con la del azulino saboreandolo, aunque Ciel era inexperto se esforzó para seguir al Azabache, se tomaban un momento para recuperar aire y continuar besándose.
Ambos estaban concentrados en el otro, Sebastián empezó a bajar sus manos hacia las piernas del azulino, acariciando suavemente, sacando pequeños suspiros en Ciel, agarro de repente las piernas del azulino y lo levantó haciendo que las enrede en su cintura y corto la distancia, Ciel se sorprendió pero no lo detuvo.
Estaban tan concentrados en lo suyo y tan cerca que empezaron a sentir como vibraba un celular, ambos se detuvieron percatandose de la situación en que estaban; Sebastián, rápidamente dejó al azulino en el suelo y se alejo para ver su celular.
— Hola... — no se fijo en el nombre de la persona que lo llamo, solo contesto para disminuir su vergüenza.
— ¿Sebastián donde estás? — Sebastián se dio cuenta que era Alois quien lo llamo, su alfa rugio al escuchar al omega ya que había interferido en el peor momento.
— Salí a caminar — el rubio estaba sorprendido por la frialdad de Sebastián.
— ¿Estas enojado Sebastián? — el azabache intento calmarse sin quitarle la mirada a Ciel, quien recuperaba aún el aliento y entendía lo que había pasado entre los dos.
— No sólo estoy cansado, ya voy a volver al dormitorio — contestó sin ganas, en realidad quería quedarse con Ciel más tiempo.
— ah... Bueno, por cierto te encontraste con Ciel... No quiero estar preocupado pero la discusión que tuvimos esta vez fue muy fuerte, yo se que no te interesa lo que pasa con el, pero siento que esta vez fui un poco irracional y no le permití explicarle... Quisiera saber tu opinión — Sebastián solo sabía que habían discutido pero no tenía muy clara la razón, tampoco sabía cómo Alois había sido descubierto.
— Explícame bien lo que sucedió y así puedo entender mejor todo — Sebastián se percató como Ciel envía mensajes a alguien, pero no le tomó importancia.
— Pues... Llegué al dormitorio y Ciel estaba en la ducha, sabes que Ciel no es un omega y por eso no tiene aroma, pero en la habitación había el aroma de un alfa, me asuste Sebastián y cuando vi salir a Ciel tranquilo después de bañarse, pensé lo peor, creí que había traído a un alfa a la habitación y se había acostado con el, lo abofeteé y pues el se enojo, ahí fue cuando descubrió los besos que me dejaste en el cuello así que agarro sus cosas y se fue, que opinas crees que Ciel durmió o no durmió con aquel alfa... ¿Sebastián? — el azabache entendió porque Ciel tenía un aroma de alfa en su cuerpo, se giro para verlo y ya no estaba.
— Alois... No se que decir, hablemos mañana, no me siento bien ahora— el rubio accedió y colgó, Sebastián reviso el lugar pero no encontró al azulino, debió prestar más atención cuando lo vio hablando con alguien por mensajería.
Reviso la zona, esperando alcanzarlo, fue a los dormitorios de betas femeninas y omegas, intentando localizarlo pero no estaba por ningún lado, pregunto en los alrededores e intento captar su aroma, pero al ser tan débil se le dificultó.
— Sebastián... ¿Que estas haciendo aquí? — preguntó un azulino confundido al encontrar al azabache cerca de su dormitorio, Ciel iba camino a hablar con él supervisor del dormitorio para pedir un cambió de cuarto.
— ¿Dónde estabas? — el azabache lo agarro fuerte de los hombros, mientras le preguntó furioso.
— Eh... Estaba recogiendo un paquete de un amigo, pero porque estas tan enojado — el azabache se acercó y lo olfateo, descubriendo de nuevo el aroma a alfa del paquete.
—¿Quién es? — preguntó agarrando fuertemente a Ciel, el azulino gimió de dolor, pero aún así Sebastián no lo dejó ir.
— Primero sueltame — el azabache lo ignoro y continuó presionandolo.
— Dímelo ahora — grito furioso, el azulino se asustó y su aroma alertó a Sebastián, el azabache se fijo en lo que hacía y suavemente lo soltó, el azulino se acarició los hombros, no le gustaba los arranques de ira del azabache.
— Me lo dio un amigo como compensación por una broma que me hizo — contestó sin dejar de acariciarse sus hombros, el azabache no confiaba en el, después de escuchar la versión de Alois empezó a dudar del azulino.
— Dime la verdad, tienes pareja aun cuando yo soy tu destinado, sigues buscando a otro alfa — Ciel estaba furioso, primero Alois acusándolo de acostarse con Claude y ahora Sebastián.
— Jajajaja... Ya veo, Alois te llamo no es así, sabes que Sebastián cree lo que quieras, no tienes ningún derecho sobre mi, después de todo yo soy soltero en cambio tu... Tienes pareja — lo apuntó con sarcasmo, antes de girarse y correr hacia el dormitorio, dejando a Sebastián con las palabras en la boca.
El azabache sabía que Ciel tenía razón, el estaba en una relación con su primo, pensó en el sufrimiento que le causó al azulino desde que lo conoció, se comportó como un patán y eligió estar con él omega rubio a pesar de que él azulino intervino para que no lo hiciera, él sólo decidió continuar seduciendo a otro mientras su omega sufría.
— Soy un idiota... — decía agarrando suavemente su cabello, con cabeza abajo, recordando todo el daño causado al azulino.
Tenía que buscar la manera para volver con el, empezar a conquistarlo de a poco y romper su relación con Alois, no podía coquetear con Ciel y continuar de novio con Alois, si lo hacía seguramente Ciel lo dejaría de inmediato.
Sebastián decidió irse al dormitorio con el paquete que Ciel le había regalado, aún no sabía si era un símbolo para no volver a versen; pero, eso no importa para el, Ciel es su destinado, por lo tanto es su omega el único para el, no habría nadie igual y tampoco permitiría la llegada de otro alfa a su territorio, aún si tuviera que forzar un vínculo en el pequeño azulino.
Ciel estaba triste de nuevo, era increíble como fue acusado de tener relaciones dos veces, y por las personas que menos pensó que lo harían, miró su teléfono y Claude estaba muy atento a él, hubiera deseado que el azabache fuera su destinado, Alois era un omega con suerte al tenerlo de destinado, ya es hora de seguir con la segunda parte del plan, pensaba mientras agarraba el paquete entregado por Claude un rato antes y la conversación que tuvieron.
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Espero les haya gustado y disfrutado de este capitulo, me disculpo por cualquier error de ortografía que pudieron encontrar durante la lectura les deseo un feliz día...
Gracias...

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Sin Aroma (Kuroshitsuji)
FanfictionCiel es un joven omega, quien no tiene aroma, fue ocultado por su familia durante toda su vida y al cumplir los 18 años, logro ir por primera vez a una universidad, donde vivira varias emociones y situaciones, que no habia experimentado nunca, junto...