ventotto

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Una costumbre de la familia Marcini era simular que nada había pasado después de una fuerte discusión

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Una costumbre de la familia Marcini era simular que nada había pasado después de una fuerte discusión.

El aire fresco impactaba en sus rostros, jugo de frutos rojos posaban en las pequeñas copas que sostenían entre sus dedos, el sol les sonreía desde lo más alto del cielo al darles luz en sus rostros sin expresión, simulando a ser perfectos como habían etiquetado a su apellido.

Incluso Notte se encontraba junto a ellos, un poco más alejados y encima del pasto, pero pudiendo escuchar todo lo que decían. En su espalda podía sentir la mirada del mayor, algo que le ponía nervioso.

Frente a él, Rosé descansaba al aire libre, totalmente recostada en la manta que el césped brindaba, un poco incómoda debido a la picazón que generaban las pequeñas hojas al entrar en contacto con su piel, los insectos tampoco ayudaban mucho. No era de su agrado estar allí.

Jungkook tampoco estaba muy feliz de estar haciendo otro cuadro de la hija menor, sobre todo por la incomodad que había en el ambiente. Las indicaciones que la señora Marcini le dio fueron las mismas con las que mandó a hacer la pintura de Francesca, el cual se detuvo por este nuevo proyecto.

Su brial blanco y rojo gritaba lujo por cualquier parte y su largo cabello caía con gracia por sus hombres y en el suelo, garantizando su virginidad a quien sea que la mire. Sus labios rojizos por naturaleza resaltaban en su rostro, aunque en este se encuentre una mueca triste.

— La boda se debería estar llevando a cabo hasta finales de septiembre.

Fiorella había estado organizando los matrimonios de sus propias hijas a narices de Taehyung, quien ahora mismo quería golpear su cabeza contra la pared en múltiples ocasiones, hasta ver sangre en el suelo.

Pero se abstenía a hacerlo, no tiene tiempo para eso.

La pintura de la pelinegra resultó ser un regalo para su futuro esposo, quien era un hombre incluso mayor que el castaño, del cual no sabe muy bien a qué se dedica, pero conociendo las tácticas de esa vil mujer, los florines en sus bolsillos deberían ser mucho más pesados que la felicidad de su familia.

— Pero falta poco menos de tres meses para eso — expresó Tae, con evidente disgusto en su garganta —. ¿Planeas armar una boda en ese tiempo?

La castaña lo vio sin expresión alguna, tampoco le agradaba estar hablando de esos temas con su único hijo, quien la seguía decepcionando al seguir estando allí sin hacer nada cuando, para ella, el tiempo corría y ninguna mujer querría estar con él.

— Es suficiente para tener una ceremonia aquí en la residencia — el contrario suspiró, sin estar de acuerdo en nada de lo que decía —. También para que se conozcan un poco y estén de acuerdo quién entregará a Fran a su futuro esposo por la ausencia de Aurelio. Tú o el señor Vitale.

— No quiero hacerlo, pero lo haré. No dejaré que un hombre viejo y desconocido la toque.

— Deberíamos estar agradecidos que la familia Vitale quiso que le entreguemos a tu hermana a su hijo mayor, quien es como tú, amargado y sin responsabilidad por su futuro. Al menos él tomó consciencia en último momento y dejó que sus padres arreglaran el desastre de persona que es.

Bella Mujer. | kth | jjk |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora