Rael teclea y por un instante el sonido de las teclas al ser pulsadas es el único sonido que se escucha en la habitación, tengo un mal presentimiento porque la chica no deja de mirarme y Rael tiene una cara de fascinación que me preocupa hasta hacerme temblar de la desesperación.

—Esto te va a gustar— afirma Rael volteando la computadora y dándole play a un video.

En el video se ve el campus universitario y eso no me sorprende porque yo ya sabía que él tenía la manera de entrar cuando le diera la gana, los minutos pasan y la persoma que sostiene la cámara se acerca a una habitación, esta tan oscuro que no puedo distinguir el número de las habitaciones y eso hace que me desespere más.

—Si piensas darme un campus tour, ahórrate el tiempo, ya me sé esos pasillos de memoria— digo intentando poner fin a esta tensión.

—Se paciente, lo bueno está por llegar.

De un momento a otro el tipo del video entra a una habitación..., mi habitación.

El corazón se me acelera y las lágrimas empiezan a rodar por mi rostro cuando veo a Nery dormir tranquilamente en una cama y yo en la otra, el tipo entra silenciosamente y me clava una inyección en el cuello —supongo que por eso no desperté ese día— otro tipo sale de algún lugar y le tapa la boca a Nery mientras que con la otra mano la agarra para que no se escape.

El cuerpo del tipo es dos veces más grande que el de Nery y aunque ella intenta forcejear, no puede, él es muy fuerte en comparación a ella.

Sus ojos piden ayuda a gritos y las lágrimas empapan su cara, yo quiero dejar de mirar, pero no puedo, mi cuerpo se niega a moverse. Ella patalea y lucha por escapar, pero recibe la primera estocada en el pecho haciendo que sus ojos perdieran aquel brillo que tenían y que su cuerpo dejara de luchar por vivir. Sin duda, esa estocada fue la que la mató.

Pero como si matarla no fuera suficiente, como si no estuvieran satisfechos con arrebatarle la vida a alguien inocente, siguieron apuñalandola hasta cansarse.

Yo vuelvo la vista y las lágrimas dejan de brotar por mis ojos, ahora la que llora es mi alma y me siento culpable, creo que eso era lo que él quería al matarla, que yo me sintiera culpable. Y lo logró, porque ahora que veo su muerte y lo mucho que sufrió me destroza.

¿Por qué no fui yo la que murió ese día?

Los recuerdos de Nery sonriendo me arropan, de ella hablando de esos doramas que veía y que le recomendaba a todo el mundo porque según ella eran lo mejor del mundo, de ella esforzándose para pasar el semestre porque quería hacerse profesional y así poder ayudar a su madre, y de ella apoyándome, diciéndome cosas lindas, siendo un ángel. Ahora que lo pienso eso era ella, un hermoso ángel que no merecía nada de lo que pasó.

Si ella no me hubiera conocido estaría bien, estaría viva..., porque así es todo lo relacionado conmigo, si lo toco, alguien lo destruye de la peor manera.

—También tengo un video de como mate a este chico... ¿Cómo se llamaba? — dice Rael dejándome atónita, ¿entonces ha matado a más personas por mi culpa?

—¡Ya lo recordé! — exclama y yo volteo la vista para mirarlo a la cara— se llamaba Ángel— dice sonriendo como si eso fuera un logro para él.

—Cállate—murmullo llena de rabia y de dolor.

—Tuve que ahorcarlo con una soga y después poner su cadáver guindando del techo para que pareciera un suicidio— vuelve a hablar colmando mi paciencia.

—¡Cállate, Rael!

—Y cuando mate al director de ese campus, que espléndido fue.

—¡Cállate, cállate! — grito hasta que mi garganta no da más— tú mataste a Elizabeth, malnacido—me dolía la garganta, pero no paré de gritar—. Me quitaste lo único bueno que tenía en la vida— sollozo mirando como él se diviértete.

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