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El día paso normal, estuve haciendo papeles y escribiendo las preguntas para las entrevistas.

Finalmente caí en la tentación, me puse a mirar algunos representantes de algunos países, no de todos. Solo pude ver los representantes de Lituania, Finlandia, Grecia, Malta y Chipre.

Me encantaron todos, se les ve muy originales y muy inspiradores.

Cuando llegue a casa, caí rendida en la cama.

•••••

Los días habían pasado volando, mañana ya íbamos camino Rotterdam.

Ya teníamos las preguntas preparadas , y todo el equipo preparado.

Como soy un desastre, he echo la maleta a última hora, así que puede ser que me deje algo.
He optado por coger dos de mis trajes favoritos para las entrevistas, y las otras prendas consistían en pantalones y camisetas variadas , también cogí alguna falda, porque quién sabe, a lo mejor conozco a un chico guapo y tenemos alguna cita.

Alessia sitúate, no vas a ligar, vas a trabajar. Déjate de chicos.

Verdad, no podía tener la cabeza en otro sitio, tenía que tener los pies en la tierra para no cagarla.

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Sonó mi alarma, eran las 4:00 am, el vuelo hacia Rottterdam salía a las 7:30 am. Me desperté tan pronto para poder revisar otra vez la maleta por si  acaso me dejaba algo, y eso mismo hice.

Se me paso el tiempo volando, ya estábamos camino al aeropuerto. Nos habían venido a buscar en una furgoneta a Pablo, Alberto y a mi.

— Alessia y Alberto, no os lo he dicho nunca, pero si quiero, espero que nuestro trabajo en Rotterdam sea el mejor que hemos echo! Y lo siento, pero es que estoy muy nervioso porque esto es un trabajo muy importante para mi.— dijo con lágrimas en los ojos.

— Pablo mi chico, no te pongas así, los nervios te están comiendo, estoy segura de que nuestro trabajo será el mejor — dije abrazándolo.

Después de esa conversación ya habíamos llegado al aeropuerto. Bajamos de la camioneta y fuimos a embarcar.

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Después de tantos controles, ya estábamos subidos al avión, a punto de despegar.

Una parte de mi me decía que algo iba a pasar en Rotterdam, no sé el que, pero algo iba a pasar.

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Ya habíamos despegado, yo me encontraba viendo una película, El Gran Showman, una de mis preferidas desde hace años.

Me encantaba el mensaje que transmitía. " No tengas miedo de ser como eres, siempre habrán personas que vean algo bueno en ti ".

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Ya habíamos aterrizado. Mire a mi alrededor. Lo que vi de Rotterdam desde el aeropuerto , me pareció precioso.

Fuimos a recoger las maletas entre risas. Íbamos riéndonos de que Pablo se había quedado dormido con la boca abierta y todo el avión lo miraba o también nos reíamos del momento en el cual yo fui al baño, fui a abrir la puerta y la persona que estaba dentro cuando la abrió me dio en toda la cara.

Cuando recogimos las maletas, fuimos directos a la furgoneta que nos estaba esperando para llevarnos al Hotel donde nos alojaríamos, que por casualidad era donde se hospedaban también los representantes de todos los países.

Mi jefa nos explico que nos había tocado hospedarnos en el mismo hotel porque en el otro que había para alojarnos, las habitaciones habían sido canceladas y Eurovision al enterarse nos ofreció quedarnos aquí.

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Durante todo el trayecto estuvimos cantando como adolescentes canciones antiguas que iban saliendo en la radio.

El chofer nos miraba raro, pero se reía por nuestra alegría, hasta que acabó uniéndose a nosotros.

Habíamos ya echo amistad en Rotterdam, todo empezaba bien, todo pintaba bien.

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Cuando ya habíamos bajado de la furgoneta y habíamos cogido las maletas, entramos en el hotel.

Por lo que habíamos escuchado, acababan de llegar unos representantes, los de Italia creo.

Nosotros decidimos ir a coger la tarjeta de nuestra habitación, estábamos cansados y queríamos ya estirarnos  en la cama y dormir un poco.

Justo cuando solo faltaba darle la tarjeta a Pablo. Alguien hablo detrás mío.

— Alessia, eres tú? — dijo una voz masculina detrás mío.

Me giré, no me creía lo que mis ojos estaban viendo...

Amor sin fronteras // Damiano DavidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora