Un espacio dedicado a esos autores que se han ganado un lugar en nuestros corazones con sus letras. ¡Ingresa y conoce a nuestros escritores de Ciencia Ficción!
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1.- Hola, autor, puedes saludarnos y hablarnos un poco de ti. Ejemplo: ¿De donde eres o donde vives? ¿Qué edad tienes? ¿Estudias o trabajas? ¿Vives solo o con tu mascota? ¿Aliens o zombis?
Mi nombre es Onaikul, soy un Incorpóreo ocupando provisoriamente un cuerpo humano, existo desde siempre y por siempre, por lo cual no tengo edad, ese es un concepto meramente humano, de la tercera dimensión. Este cuerpo lo ocupo hace poco más de 385.000 horas y vivo con mi humana preferida y otros seres interdimensionales.
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El inicio del escritor
2.- ¿A qué edad iniciaste con la escritura? ¿Hubo algo que te llevó a escribir o fue natural? ¿Cómo iniciaste: fanfics, one-shots? ¿historias cortas?
Empecé a escribir un blog a los 30 años. Se habían puesto de moda y quería ver de qué se trataban. Al principio subía textos de otros que me parecían inspiradores, y un día me animé y conté una anécdota de mi infancia y me gustó la experiencia y el feedback de la gente. Después seguí escribiendo posteos de observaciones de la vida cotidiana que me parecerían graciosos, como si fuese un Stand Up escrito, y por último me fui animando a escribir algunos cuentos muy cortitos; no podía pasar de una página en muchos casos, la ansiedad me consumía.
3.- ¿Cuál fue tu primera historia? Nos hablas de ella.
La primer historia que escribí, que considero como tal, fue un cuento que les escribí a un puñado de amigos. Yo estaba de novio hacía 8 años y esta chica 'Me abandonó como se abandonan los zapatos viejos' (parafraseando al intérprete), era mi primer amor. La primera vez que me rompían el corazón, y mis amigos -que estuvieron ahí todo el tiempo- me pasaban a buscar, me traían comida, se quedaban conmigo, fueron increíblemente generosos. Entonces les escribí un cuento en el que el personaje mantenía contacto con sus amigos a la distancia y siempre les contaba lo rico que era. Un día los amigos van a la casa y ven que vive en un ranchito super precario y le preguntan si le había pasado algo, si lo habían estafado o algo así, y él les responde que no, que los tesoros y las riquezas de las que él le hablaba estaban sentadas en esa mesa.
