"Nunca le haría daño"

Sin embargo Cale no pudo terminar su oración, Choi Han se le acercó en un segundo y lo tomó por la cintura.

—¿Qué crees que estás haciendo? ¡No pierdas contra el hechizo!

Cale estaba entrando en pánico, a decir verdad, no parecía que Choi Han estuviera loco. De hecho sintió escalofríos cuando lo sintió bajar su mano a su cadera y sostenerlo firme de ahí.

—Cale-nim, no estoy loco, de eso estoy seguro, éstos son mis verdaderos sentimientos los cuales nunca te habría dicho por vergüenza.

—¿Cómo puedes decir eso? Te debe de afectar la mente, no creo que tú te sientas así por mi.

—Pero Cale-nim, es la verdad. Has despertado deseos en mi que nunca creí que llegaría a sentir, he querido a otros, sí, pero es la primera vez que tengo éstas ganas por hacer mío a alguien, de besarlo, abrazarlo, acariciarlo, sostenerlo así como te tengo ahorita.

Choi Han reforzó su agarré sobre la cadera del pelirrojo. Cale ahora no tenía duda de que Choi Han no estaba loco. Se sintió apenado. No podía pensar con claridad para analizar la situación, su mente estaba en caos porque su fiel compañero le estaba diciendo eso.

A decir verdad, Cale nunca se había puesto a pensar en relaciones románticas, ni se había interesado en ese sentido por alguien. Era la primera vez que se le confesaban. Ver a Choi Han así le hizo darse cuenta de otras cosas.

El pelinegro siempre lo había tratado bien, lo había cuidado y rescatado de varias situaciones peligrosas, se preocupaba por él y se hacía más fuerte para protegerlo. Cale sabía que siempre podría confiar en él, incluso esperaba que estuviera con él después de que toda la guerra terminara. Además, consideraba que Choi Han realmente tenía la apariencia del protagonista, si bien no era un noble, Choi Han tenía una apariencia muy hermosa, buena cara, buen cuerpo y el negro le sentaba muy bien.

Cale comenzó a sentir más calor. No podía creer que estuviera teniendo pensamientos así sobre Choi Han.
Entonces Choi Han vio el caos en los ojos de Cale. Si hubiera estado bien, simplemente le habría preguntado sobre lo que pasaba. Pero ahora, no podía contenerse más. Sostuvo el mentón de Cale y lo hizo mirarlo a los ojos.

—Cale-nim, no me odies.

Con eso dicho, Choi Han acercó su rostro al suyo y comenzó a besarlo. Contrario a la gentileza con que lo había tomado, su beso estaba más frenético.

Cale se sorprendió cuando la boca de Choi Han chocó contra la suya. Aún sin entender del todo, el beso de Choi Han lo estaba volviendo loco. Su boca era agresiva, como si temiera que al separarse se desvanecería. Su lengua también se abrió paso en la boca del pelirrojo. Era demasiado juguetón, también lo mordió un poco. Cale sintió que sus rodillas comenzaban a fallarle.

—Esp..espera –Cale tartamudeó cuando al fin pudo separarse un poco y tomó aire– ésto es muy repentino.

—Cale-nim lo siento, estoy a punto de hacerte muchas cosas que he estado reprimiendo —se separó un poco para verlo a los ojos mientras le hablaba.

Choi Han apartó un mechón del pelo de Cale que estaba en su frente. Sus mejillas sonrojadas, sus ojos llorosos y brillantes, esos ojos cafés rojizos lo estaban volviendo loco.

Volvió a besarlo, ésta vez con más profundidad pero con menos desesperación. Cale cerró los ojos con fuerza.

"Al demonio con todo, es Choi Han, no podrá hacerme daño" con ese pensamiento, Cale se dejó devorar por el pelinegro.

Choi Han lo sostuvo con ambas manos, las bajaba y subía de la cintura a la cadera. Cuando sintió que Cale se estaba debilitando, comenzó a bajarlo poco a poco hasta recostarlo sobre la alfombra del lugar, lo colocó justo al lado de varias almohadas, movió una debajo de su cabeza.