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Universo B, Marbella. 30 de Julio 2021. 7:53 am


Viktor y Greco salieron del auto del ruso quien muy amablemente pasó a recogerlo a su casa mientras el taller terminaba de arreglar su auto. El tema de conversación durante el camino no era mayor cosa, quejas de lo sorpresivamente caras que eran las cortinas, cambiarse a un nuevo apartamento, y la posibilidad de irse de incognito al norte durante unos días para investigar el tema de la droga. La conversación continuaba mientras cerraban las puertas del vehículo, pero la maquinaria pesada instalada en el estacionamiento de comisaria hizo que el ruso frunciera el ceño.

—Creí que las obras empezaban en unos meses—habló el ruso metiendo sus manos en los bolsillos de su gabardina negra.

—Yo también—contestó Greco siguiendo a Viktor por las escaleras hasta entrar a la recepción de comisaria.

El peligris escaneó el área encontrándose con quien supuso era supervisor de obras, por los planos en sus manos, en una discusión con el recepcionista. Se acercó y saludó a Jonathan antes de dirigirse al supervisor; el hombre tenía el cabello rubio cenizo y una sonrisa fanfarrona en el rostro.

—¿Comisario Volkov? —preguntó el hombre ofreciéndole su mano para estrecharla— Carlo Gambino.

Viktor aceptó su mano y la estrechó con un apretón firme pero fugaz—Creí que comenzarían hasta en unos meses, ¿puedo saber por qué mi estacionamiento está lleno de maquinaria pesada?

—Si bien el aislamiento del sector oeste comienza en unos meses, primero queremos excavar un poco la zona, no demasiado, apenas para rellenar con concreto para que la estructura sea sólida. Como discutimos en la reunión—Carlo extendió el plano sobre el escritorio del recepcionista, omitiendo las caras de enojo de Jonathan— Una serie de túneles del viejo sistema de alcantarillado pasan por debajo de esa zona. Tenemos razones para creer que las paredes del túnel se han debilitado por las vibraciones del tren subterráneo. Así que esa zona podría ser inestable.

Viktor miró los planos y luego subió la vista hasta los ojos de Gambino.

—Lo que ocurría aquí justo cuando entró, fue que le informaba a su recepcionista que notificara a los oficinistas de las áreas subyacentes a ese sector que desalojaran por seguridad. Hay oficinas cerca, ¿no?

—Correcto, algunas oficinas comparten pared con la zona.

—Vale, entonces desalójelas.

—Negativo.

—¿Negativo? —preguntó Carlo confundido— Escuchó lo que le expliqué, o...

—Debido a las reformas nos hemos quedado sin espacio. Desalojar esas oficinas y acomodar a los funcionarios en otro sector tomará algunas semanas de estudio.

—¿Semanas? ¿Está consciente de cuanto nos va a retrasar eso?

—No es mi problema, caballero.

—Creo que sí es su problema, comisario, usted firmó los permisos.

—Leí los permisos y en ningún apartado mencionaba esto.

Carlo y Viktor se lanzaban dagas con los ojos frente a un Jonathan intimidado por la energía que irradiaban ambos. Era como tener en frente a dos lobos hambrientos luchando por el mismo pedazo de carne.

—¿Debería hablar con su supervisor, caballero? —preguntó Viktor seriamente.

—Yo soy mi supervisor, comisario—respondió Carlo con el mismo tono de voz—Pero si esto realmente es un obstáculo para usted, entonces haga lo que tenga que hacer.

Away (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora