cincuenta.

454 35 0
                                    

Yo reí.

Ambos me miraban como si estuviera loca.

Y lo estaba.

Tu me volvías loca.

«De hecho, me encanta que me quede grande. Cubre más espacio»

Y volví a agradecerle a tu amigo.

Estabas definitivamente rojo como un tomate.

Y los tres nos sentamos en el patio de la fiesta.

Hablamos un poco de todo.

Hablamos mucho de ti.

Los tres hacíamos chistes ridículos.

Pero estaba bien.

Se sentía bien.

¿Recuerdas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora