Lost at sea: Collapse

Soy todo un señor y el último que se desmaye, gana.

-Vosotros tres nunca hablabais sobre vuestros padres - murmuré tanteando el terreno y no cambió la expresión, seguía mirando a alguna parte de la celda sin mucha concentración.

-Luke sí contó que su madre perdió la cabeza - me contradijo. - No estaba como para criar a un niño, Luke solo sería una carga.

-¿Y Annabeth? - pregunté.

-Sus padres murieron en un incendio - volvió a responderme. No le dije que ya lo sabía, Annabeth tampoco me lo había contado pero lo vi en una de las visiones que me mostró Némesis cuando la controlaba. - A Malcolm le separaron de Annabeth mucho antes de que ella misma fuese consciente de que tenía un hermano, - añadió con un poco de recelo, quizás acordándose de Jason, a él también le pasó lo mismo, pero mucho más mayor que Malcolm, - luego Luke le encontró y nos lo dijo. Esa es básicamente su historia.

-Al igual que tú tampoco habla mucho de su antigua familia.

-No lo oculta si preguntas, pero tampoco te sacará el tema - especificó.

Puede que fuese verdad, jamás lo sabría a ciencia cierta, aquí nadie preguntaba de nuestros padres si no sacabas tú mismo el tema como una anécdota. Es como la primera norma de ser un pirata, para ahorrar momentos de bajona, ninguno solíamos tener un buen pasado; en caso de haberlo tenido, jamás habríamos acabado donde estamos.

-Tú lo ocultas - puntualicé.

-No puedes ocultar algo que no está - respondió de forma más dura y supe que ya no podía seguir indagando. - Para mí... yo no tuve infancia, empecé a vivir cuando Luke me encontró, el resto son pesadillas que intentan ser recuerdos. Punto.

Pensé en seguir empujando piedras solo para disimular el pequeño ambiente incómodo que se había instalado, pero quizás solo era empeorarlo por hacer el estúpido una vez más.

Me sonó la barriga, arrancándole una profunda carcajada a Thalia que mejoró considerablemente el ambiente, por primera vez me alegraba de que se me notase que estaba muerto de hambre. Apenas estaba amaneciendo así que si venían a buscarnos para ahorcarnos no tardarían mucho, tal vez unas horas más. Si no moría de hambre dudaba poder armar dentro de unas horas una frase completa para pedirles ayuda antes de que intenten matarnos.

-Capitanes ¿estáis ahí? - escuchamos.

-¿Rachel? - pregunté levantándome a la vez de Thalia poniéndonos de puntillas para mirar por el pequeño agujero con barrotes que simulaba una ventana.

-¡Están aquí! - exclamó. Apenas la veía por la altura, pero su voz es fácilmente reconocible.

-¿Desde cuándo nos llamáis capitanes? - preguntó Thalia apoyándose en mi hombro para subir más y mirar por el agujero. - Porque me ha gustado, quiero ahora ser la capitana Thalia.

-Sería capitana Grace - corregí y me respondió que la llamarán como ella diga. Claro.

-Es por si no estabais aquí - explicó Silena desde fuera. - Para que no supieran que os buscamos a vosotros dos.

-No son del todo subnormales - felicitó Thalia a su manera.

Nos llevamos un buen empujón que nos tiró al suelo alejándonos de la ventana, Nico de nuevo había hecho un viaje sombra sin avisar y ahora también estaba en el suelo sobándose la cabeza además de mirarlos como si tuviésemos la culpa de estar en medio.

-La mayoría de viajes sombra son para salvaros a vosotros dos - susurró en queja.

-¿Te digo las veces que he podido matarte y no lo he hecho? - preguntó Thalia con sorna, - estamos en paz.