𝔗𝔬𝔪𝔞𝔱𝔬 𝔭𝔞𝔰𝔱𝔢

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FREYA GRINDELWALD

— ¿Y cómo ha ido todo? — El mago amarraba una liga en mi ante brazo tratando de hacerme conversación para que el piquete no me afectara tanto.

— Bien, supongo que ya has debido de ver mi nombre en todos los periódicos. — Sonrió dándome la razón.

— ¿Lista? — Pregunto casi en un susurro, asentí con suavidad. Sujeto mi brazo de mejor forma e inserto la aguja en mi piel hasta llegar a la vena, podía ver con claridad como la jeringa absorbía mi sangre carmesí.

Lleno cuatro tarritos con esta.

— Siendo sincero. — Limpio los residuos de sangre con un pequeño trozo de algodón. — Me sorprendí al ver el titular—.

— Créeme que yo también...— Sonreí tratando de alivianar el ambiente, ya lo conocía bien. Estaba viniendo todas las semanas, pero nadie aún lo sabía.

— Él es un buen chico. —Comento y yo solo ignore la presión en mi pecho cuando la imagen del rubio vino a mi cabeza, de hecho, era por el que estaba haciendo esto. Cómo ya dije; todas las semanas, sin falta alguna.

Y las veces que sentía que la oscuridad me consumía, venía hasta tres veces en una semana.

Pero había una excepción, después del altercado con Chesnott. Vine todos los días, sin excepción, ni falta.

Y todo había ido bien.

— Bien, ¿Quieres ver o prefieres que lo haga fuera? — Negué volviéndome a poner la chaqueta.

— De hecho, hoy quisiera verlo. — El asintió. Se sentó en su escritorio y saco varios implementos de algunos cajones. Tomo la primera muestra de mi sangre y la vertió sobre un pequeño tubo de ensayo.

Abrió un frasco y con una pipeta extrajo varias gotas de un líquido blanco con tonalidades plateadas.

Arrojo dos gotas sobre el recipiente que tenía mi sangre.

Y así el frío recorrió mi cuerpo al ver lo que sucedía.

El líquido rojo era envuelto por sombras negras hasta convertirse en un algo negro por completo. Negro y brilloso, hasta podría decir que causaba cierta atracción.

El hombre de mediana edad levantó la mirada hacia mí.

— ¿Sucede algo? — Pregunté con un tono de preocupación cuándo noté que algo iba mal.

— Debe de haber un error. — Dijo cortante, saco otro tubo de ensayo y repitió el proceso.

Sucedió exactamente lo mismo.

Pero no se rindió y volvió a intentar. Una y otra vez hasta que las cuatro pruebas de sangre se acabaron.

Sujeto los cuatro tarros con líquido ahora negro y salió de la sala a paso apurado.

Ni siquiera me dijo a dónde iba, solo tomo un folder lleno de papeles y salió.

Espere, pero la paciencia se me estaba comenzando a acabar, estaba segura de que ya habían pasado más de cuarenta minutos y nadie estaba apareciendo.

Y se supone que mi "reunión familiar" acabaría en menos de una hora.

Ya llevaba aquí como tres.

Solté un suspiro jugando con el anillo de mi dedo cuando la puerta se abrió.

Pude ver su cara sería y fría mientras se acercaba a la silla de su escritorio.

— Freya... Has revertido todo el proceso. — Lo soltó de golpe y como si nada, por primera vez no sabía que mierda era de lo que estaba hablando.

~ "𝑫𝑶𝑳𝑳𝑯𝑶𝑼𝑺𝑬" ~ ─── 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 [𝑯𝒐𝒖𝒔𝒆𝒔; 1.0] - (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora