Nadie me quiere a excepción de los villanos.

Capítulo 11

De alguna manera, quería creer que sería diferente al director. Sin embargo, el gran duque miraba la parte inferior del dobladillo de mi falda con un rostro sombrío.

Miraba mis delgadas piernas.

—¿Diuque?

Incluso no respondió cuando lo llamé. En su lugar, se levantó y arrastró el carro más cerca de la cama.

El gran duque me tomó suavemente la mano y la colocó sobre el taburete.

—Abre la boca.

—¿Eh? —quería preguntar que quería decir, pero las acciones del gran duque fueron más rápidas. En un instante, abrió la tapa del plato que estaba en el carrito de comida y llevó una cucharada de sopa hacia mi boca. Era casi como si la estuviera empujando.

—¡Ah...! ¡ah, ah! —debió de haber pasado un tiempo desde que llegó la sopa, pero aun así estaba muy caliente, ya que las lágrimas llenaron mis ojos y mi boca se abrió involuntariamente. Haciendo que la sopa se me saliera de los labios.

No tuve tiempo ni siquiera para pensar en lo que le había pasado a mi ropa nueva.

—¡Shuelina! —dijo el gran duque sorprendido, mientras tiraba la cuchara sobre el carrito.

Lo miré con los ojos llorosos.

—¡Eshta cariente!—aquella corta pronunciación hizo que mi lengua se partiera por la mitad debido al ardor.

¿Qué había hecho mal... para molestar a una sopa tan deliciosa?

—Mi...ropa...nueva...—incliné la mirada, casi esperando que mi nuevo pijama se hubiera estropeado con la sopa. Sin embargo, estaba sorprendentemente limpio.

En el momento en que escupí la sopa, el gran duque la atrapó con la mano.

—Diuque, ¿no etá cariente? —en medio de mi asombro, me preocupé por el gran duque.

<Era una sopa muy caliente...>

¿Y si hay quemaduras en las manos del gran duque? Podrían echarme por atreverme a herir sus manos.

—¿Ropa? Eso es lo de menos. Vamos, quiero ver tu lengua. —el gran duque no tenía buen aspecto, pero dijo algo sobre comprarme ropa nueva tanto como quisiera.

<Extrañamente no me siento mal por su reacción. Esta es la primera vez que me siento así...>

Para mi sorpresa, parecía estar preocupado por mí, así que parpadeé sin comprender.

¿Me sentiría igual si el padre que abandonó a "Shuelina" hubiera actuado como un padre de verdad?

De alguna manera me sentí desolada, así que lloré.

Como no sabían que hacer, hubo mucho alboroto. Entonces Lucy, que había terminado de organizar el baño, se acercó rápidamente.

—¿Qué está pasando? Dios mío, ¿se ha caído la sopa? —Lucy encontró al gran duque sosteniendo la sopa sobre sus manos, las cuales formaban una figura cóncava. Luego, sacó un pañuelo del delantal y se lo entregó.

—Lucy, creo que Shuelina sigue enferma. Le he dado sopa, pero la ha vomitado de repente.

—Mi señorita, ¿Está usted bien?

¡Duque idiota!

La escupí porque estaba demasiado caliente, pero pensó que había vomitado. Así que decidí entregar ese mensaje a alguien que de verdad pudiera dejarme come la sopa por mi cuenta.

—Shi, eh... el gan diuque me acaba de dar la shopa. Pero Lucy, yo quero comer por mi cuenta. —abrí la boca para mostrarle mi lengua que debía estar roja. De hecho, me seguía ardiendo. —Diuque, ¿por qué hizo eto? Está caliente, aremás, ni shiquera ha dicho mi apodo. —miré al gran duque y comencé a llorar mientras me quejaba. Estaba segura de que no me expulsaría por esto.