1 - Doctor Who

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— ¡Sistemas fallando! ¡Interferencias en el motor! — dijo el dalek — ¿¡Qué está pasando!? ¡Explicar! ¡Explicar!

Donnna Noble los había salvado. Y pensar que todo había sido tan fácil cono presionar algunos botones, y desarmar a Davros y a los daleks.

— Vamos allá, chicos — dijo Donna — tenemos 27 planetas que mandar a casa. ¡Activamdo el Magnetron!

— ¡Detened esto ahora! — gritó Davros

Rose lanzó, ayudado por Mickey, un dalek. Martha lanzó otro. Parecía que la batalla podía decantarse por el bando del Doctor.

Los Doctores y Donna empezaron a devolver a los 27 planetas a sus sitios de donde provenían.

Pronto se les acercaron Rose, Jack, Martha y otros.

— ¡Me lo prometiste, dalek Caan! — gritó enfurecido Davros — ¿¡Por qué no predijiste esto?

— Creo que si que lo hizo — dijo el Doctor — algo ha estado manipulando las líneas del tiempo, poniendo a Donna Noble en el lugar correcto en el tiempo correcto

— Esto siempre debería haber pasado — dijo el dalek Caan — yo solo ayudé, Doctor

— Has traicionado a los daleks — le reprendió Davros

— Yo vi a los daleks, yo vi lo que han hecho a trabés del espacio y el tiempo. Vi la verdad, y decreté "¡no mas!".

Entonces ocurrieron muchas cosas, y de repente había mucho humo, un Magnetrón menos y una armadura de dalek destruida por Jack Harkness.

El Doctor entró en la TARDIS, para llevar a la Tierra hasta su universo original.

— La profecía debe cumplirse — dijo el dalek Caan — he visto el fin de todo, y tu harás que ocurra, Doctor.

— Tiene razón. Con o ain la bomba de realidad, el Imperio Dalek tiene potencia suficiente para arrasar el cosmos. — dijo el pseudoDoctor — hay que detenerlos.

— Tan solo espera al Doctor — le dijo Donna

Aún así el pseudoDoctor destrozó a todos los daleks, junto con toda su flota. El verdadero Doctor salió da la TARDIS con el estruendo.

— ¡Que habéis hecho!

— Cumplir la profecía — dijo el pseudoDoctor 

— ¿¡Tienes idea de lo que has hecho!? — le gritó el Doctor, enfadado — ¡Dentro de la TARDIS! ¡Todos dentro!

Uno a uno fueron entrando, pero cuando el Doctor finalmente iba a entrar, Davros lo llamó.

— Doctor... Quiero decirte unas últimas palabras... — Davros parecía a punto de desfallecer — no estoy indefenso... ¡Tengo una flota aún mayor! ¡El Imperio Galáctico! Una suma de todos los grandes Imperios que han existido nunca. Y yo... yo lo manejo entero.

— No puede ser. ¿¡Dónde lo escondes!?

— Si te lo dijera sería demasiado fácil. Tendrás que llevarme contigo para averiguarlo.

— ¡Nunca! 

El Doctor sacó su destornillador sónico, y apuntó a la silla de Davros.

— ¡Aja! Aquí esta toda la información que necesito, creo.

— No tan rápido, Doctor. Si yo muero, tu morirás conmigo. 

Dicho esto, Davros apuntó con su dedo a la TARDIS, que se teletransportó a otro lugar, dejando al Doctor solo.

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