➸Call it fate, Call it Karma •●• Kenma Kozume •●• Haikyuu

4.Come as you are

"Tomate tu tiempo, date prisa, la decisión es tuya, no te retrases"

El jueves había llegado de prisa, y Kenma era una nube de estrés viviente. Había pasado horas planeando lo que diría frente al director del área de tecnología y solo esperaba que no fuera un completo desastre. Tenía al menos tres "Plan B" por si las cosas no salían de manera correcta.

Su mirada cayo pesadamente frente a las seis personas que estaban frente de él, quienes conversaban de manera serena mientras que esperaban a ser llamados. Kenma paso por la sala de la manera más sutil posible tratando de no ser el centro de atención, pero como era de costumbre no pasó desapercibido.

—Kodzuken es un gusto conocerte. - hablo con emoción una de las chicas que se encontraba en el lugar. Kenma detuvo su paso y mostro una pequeña sonrisa incomoda. — Aplique a esta universidad porque sabía que estabas aquí, espero que podamos ser amigos. ¿Puedo invitarte un café?, claro si no estas ocupado. -

—En realidad estoy en medio de algo. - susurro debido a los pocos centímetros de lejanía que compartían.

—Puedo esperarte. - chillo emocionada.

—No creo que sea necesario, tengo clase. -

Para suerte del teñido la chica comprendió la situación y dejo que se siguiera con su camino. Toco la puerta del principal y obtuvo un "pase" como respuesta. La habitación tenía paredes blancas con pequeños espejos colocados aleatoriamente. En el centro del cuarto había una pintura de la famosa Noche nevada en kanbara. Kenma hizo una reverencia en forma de saludo y tomo asiento.

—¿Qué te trae aquí, Kozume? -

—¿sigue en pie su propuesta? Porque hay posibilidades que no había considerado sobre unirme al área de investigación.

—Las puertas siempre estarán abiertas para talentos como usted. Esto te beneficiara de muchas maneras, podrás demostrar tu verdadero potencial al mundo. -

Los tramites transcurrieron sin mucho problema ya que hizo un gran esfuerzo por no perder tanto tiempo dentro de aquel lugar y poder volver a su rutina habitual.

Camino a biblioteca y se encerró en un cubículo que daba la vista hacia el living. Saco su laptop e inmediatamente abrió un nuevo documento para comenzar a reunir ideas para el proyecto con el cual trabajaría durante los siguientes años. Sabía que no era difícil, pero tenía claro que sería pesado teniendo en cuenta su canal de YouTube y su carrera como corredor de bolsa.

Pasarón las horas y la información reunida no se acababa de completar. Miro a través del cristal de manera completativa. Sus ojos felinos la examinaban de pies a cabeza. Se recargo sobre su asiento y sus ojos se iluminaron aún más. Hiromi se encontraba sentada en el living esperando a alguien como era costumbre. Estaba tan distraído que no noto cuando alguien más había entrado al cubículo.

—Deberías dejar de mirarla fijamente, ella podría darse cuenta. – Rápidamente fue sacado de sus pensamientos, cuando alguien le recordó dónde estaba. Esperaba que sus mejillas no se encontraran gentilmente sonrojadas, ya que la vergüenza por haber sido sorprendido se apoderó de él. — Si me das quinientos yenes te diré su nombre. -

En ese instante Kenma se vio atrapado en un shock inexplicable por sus sentimientos y como empezaban a crecer a pesar de que habían cruzado pocas veces palabras. Ignoro la oferta de la chica y prosiguió con lo suyo.

—Bueno, te bajare el precio, que sean trecientos yenes por su nombre. Es un trato especial solo para ti. Tómalo o déjalo. -

—La conozco, no es necesario. -

—¿Qué? ¿En serio? -

—No tienes que sonar tan sorprendida. - se burla Kenma con un poco más de confianza en su tono esta vez.

—Hiromi- Grito la pelinegra. El rubio golpeo su cabeza contra el escrito tratando de ocultarse. Los nervios eran notorios tanto que no se quejó del dolor que él mismo se había provocado. Ella comenzó a reír como no había hecho desde hace bastante tiempo. Era patético. —Debe de gustarte tanto como para que te hayas ocultado rápidamente. - se burló. —Pero tranquilo, no viene hacia acá, no puede escuchar nada desde aquí, pero creo que olvidaste eso. -

—Gracias por humillarme. – dijo sarcásticamente.

—De nada, por cierto, soy Kaede Itsuki, soy amiga de Kishibe-chan, pero tranquilo no le diré nada por ahora. –

—Eso espero. -

—Si, en realidad sería una lástima que el gran kodzuken este enamorado de alguien. –

—¿Estas tratando de amenazarme? -

—No, para nada- sonrió.

El rubio se quedó en silencio y volvió a los suyo con un poco de fastidio. Miro la hora en su reloj y noto que faltaban diez minutos para su próxima clase. Guardo todas sus cosas y pensó en mil maneras de salir del lugar sin ser notado por Hiromi. Se puso de pie y salió del cubículo. Se puso la capucha y camino a la puerta principal para al fin salir.

—KENMA, OLVIDASTE TU CÉLULAR. - grito Kaede llamando la atención de todos alrededor.

El teñido reviso sus bolsillos y maldijo en sus adentros. Dio media vuelta y regreso avergonzado. Tomo el celular de sus manos y se giró decidió a irse.

Un cosquilleo invadió su pecho, pero no en forma de molestia, más bien como un calor repentino, un presentimiento. Miro a un lado y sus ojos hicieron contacto visual directo con la chica que trataba de evitar en un intento de hacer pasar los sentimientos que ya había tomado. Hiromi levanto su mano y él sonrió intercambiando saludos rápidos.

El cosquilleo en su estómago persistió un momento hasta que él salió de biblioteca. Se sintió indefenso, la presencia de ella era algo extraña, como si de un momento a otro toda su confianza se esfumase y lo hiciera vulnerable.

Cuando llego a casa se recostó sobre su cama y durmió durante la larga noche, tenía bastante tiempo sin sentirse cansado como lo hacía hoy. Al despertar por la mañana tenía una sensación de amnesia. La cama era cómoda y las sabanas olían a recién lavado. Todo estaba iluminado y lo más probable es que Kuroo había llegado por la madrugada e hizo la limpieza del lugar. Puso a un lado la cobija y se puso de pie para tomar una ducha.

—Me sorprendió llegar y verte dormido, ¿Fue pesado el día de ayer? -

—Algo así. -

—Por cierto, Akaashi me llamo esta mañana, me dijo que no olvidáramos la fiesta de hoy por la noche.

—No iré, tengo que hacer un stream más tarde. - Kuroo dejo a un lado su café, mirando fijamente al rubio. —No cambiare de opinión, así que guarda tus palabras.

-Dirtyharryy