Capítulo 26

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    Diana

    -DIANA.... ¡¿Maldita niña desagradecida dónde te has escondido ahora?!- los gritos de mi madre me despiertan, no sé qué hora es, pero por la ventana de la biblioteca veo que está oscuro.

    Cuando llegué de la casa de Apolo me dí una ducha rápida, preparé algo para cenar, con la intención de recibirlos a mis padres y mejorarles el ánimo antes de darles la noticia de la Academia. Pero cómo se demoraron un poco más de la cuenta, decidí venir aquí para estudiar un poco sobre la historia de la música, estoy tan entusiasmada por aprender que no puedo controlarlo.

    -Oh... ¡Aquí estás!- la puerta se abre de un golpe antes de que logre llegar a ella. -Ven aquí que tenemos que hablar muy seriamente contigo.- dice furiosa mientras me jala del brazo hasta la sala.

    -Mamá... Me haces daño...- me quejo por su agarre porque siento sus largas uñas clavadas en mi piel.

    -Lo que yo te haga es el menor de tus problemas jovencita.- dice antes de arrojarme al sillón.

    Desconcertada por la furia de mi madre, intenté levantarme pero al ver el rostro desencajado de mi padre, todos mis músculos se tensan haciendo que comience a temblar de miedo. Conozco bien esa mirada y lo que promete no me gustará en absoluto.

    -Que... ¿Qué hice ahora?- les pregunto con la voz temblorosa.

    -¿Y todavía tienes la caradurez de preguntar qué has hecho? No nos tomes por estúpidos Diana.- dice mi madre mientras me arroja una tablet que tiene un archivo pdf enviado a mi madre desde un correo desconocido.

    Al abrirlo encuentro fragmentos de videos en el bar donde estoy sentada con Apolo en la barra y luego una chica cantando con una máscara puesta, pero con la misma ropa que tenía puesta yo unos momentos antes.

    -Yo... P-Puedo explicarles.- tartamudeo porque mi padre que se ha mantenido en silencio observando todo a la distancia, comienza a acercarse a mí.

    -Un momento cariño.- mi madre levanta la mano para detenerlo y eso me hace respirar por un segundo.

    -Hoy los estaba esperando para contarles que he recibido una beca completa en la academia de música de Londres, y con el trabajo que tengo en el bar, la paga es muy buena como para mantenerme sola así que no tendrían que preocuparse más por mis gastos. Podría independizarme y mantenerme sola...- digo hablando sin parar, pero mi padre me interrumpe.

    -¡NO, mi hija no va a ser una Hippie cantante de bares de mala muerte como una zorra! Tu vas a estudiar abogacía y es el fin de la discusión. No te olvides que aún no tienes 18 años así que no puedes tomar tus propias decisiones.- dice furioso y el dolor se instala en mi pecho, solo me faltan unos pocos meses para cumplir la mayoría de edad, y si se oponen a que estudie en la academia, para cuando llegue mi cumpleaños será demasiado tarde.

    -A menos que...- la voz de mi madre se hace escuchar otra vez y no sé si quiero saber que otra opción tiene para mí. -...Convenzas a tu noviecito para que la empresa de su madre haga una generosa donación a tu padre para saldar algunas deudas de negocios que tenemos.- dice y siento nauseas del asco que me generan mis padres.

    "Realmente creo que llegamos tarde a la repartija de padres y te tocaron los peores del mundo." la voz de mi cabeza siempre saca conclusiones acertadas.

    Me está costando controlar mi temperamento delante de ellos, y se nota en mi próximo comentario.

    -Ya no estamos juntos, ese chico no es buena persona. Solo ha estado jugando conmigo y dejándome en ridículo frente a todo el colegio. Aparte, ¿Qué les asegura que su madre accedería a hacer una cosa así por ustedes?- digo enojada.

Un Juego PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora