INFRACTO

10

-Yo me voy antes de que me arrepienta de cualquier cosa. -Dijo Phil mientras se levantaba del suelo y se sacudía la ropa. 

Se marcho y vimos que se sentó encima de una roca. Nosotros seguíamos pensando en que decirle al hombre. Supusimos que debiamos ayudar a Sam, Tom y Richard, así que la discusion no duró mucho.

-Vale intentaremos eso de urgar en la mente de los demas. -Dijo Talia.

-Intentareis no, lo hareis si esque quereis continuar con ellos. -Dijo el doctor. -Conseguid lo que os pedimos y podreis ser libre. Una última cosa, y esto va para ti Jordan. No intentes nada.

Despues de decirme eso desapareció. Todos me miraron extrañados. Aquel hombre se sabía mi nombre y encima me decia aquello.

-¿A que a venido eso? -Dijo Richard.

-No lo se, ni quiero saberlo. -Le conteste. -Sigamos andando. tenemos un largo camino por delante.

Nos fuimos hacia donde estaba Phil y le dijimos que teniamos que intentar meternos en la mente de los demas. No le gustaba la idea, pero aun así asintio, se levanto y se puso el primero en la fila. La pendiente subía y nos cansabamos facilmente. Parabamos de vez en cuando, bebíamos agua y subíamos. Lo que me dijo el hombre, me puso los pelos de punta. ¿A qué se referia con que no intentase nada? Nada me encajaba. ¿Si tanto nos necesitaban por que nos mataban? Es una de las muchas cosas que me costaba entender, más que nada por que no tenía sentido. Echaba de menos mi antigua vida. Estaba demasiado harto ya de aquel lugar. Las horas pasaban y lo unico que hacíamos era caminar. Nos metian trampas cada dos por tres, y luego estaban los rastreadores que eso ya era la gota que colma el vaso. Era imposible comprender para que crear unas pruebas tan sádicas. si lo único que quieren es lo que nosostros sabemos hacer. matarnos no les servira de nada. Un fuerte sonido interrumpio mis pensamientos. Miré hacia arriba y vi como aquellas ondas azules que aparecieron cuando pasabamos la puerta volvian a hacer acto de presencia.

-Los Próximos acaban de entrar. -Dijo Tom. -No me los quiero volver a encontrar. Andemos más rapido.

Segundos despues las ondas cesaron y todo volvio a la normalidad. En cuestion de horas la tarde entraria y luego la oscuridad de la noche cubriria nuestras cabezas con su mar de estrellas. Paramos para comer y lo único que nos quedaba eran manzanas. estaba cansado de comer manzanas entonces le propuse a los demas que alguien fuese de caza. Richard se ofrecio voluntario como cazador. Al parecer solía ir de caza con su padre y sabía como montar buenas trampas con unas simples ramas. Horas despues aparecio con un conejo en cada hombro y otro en la mano derecha. Desde que había llegado a aquel lugar no había visto ni uno solo y supuse que conla cantidad de nieve que había no habria ni un animal por allí. Pero me equivocaba. Richard les despellejó y en cuestion de minutos nos los estaba cocinando. les atravesó con un palo y con una hoguera que Sam había hecho empezó a cocinarlos. La cena estaba sabrosa. No se imaginaba lo mucho que echaba de menos la carne. Despues de terminar de comer Paula se acercó a mi.

-Hola Jordan. ¿Que tal estas? 

-Bien, dentro de lo que cabe. 

-Hace mucho ya que no hablamos.

-Es verdad, pero quien tiene tiempo para hablar con todo lo que nos pasa. -Le contesté.

-Tambien es verdad. -Se rió.

No hablamos durante un rato hasta que una pequeña duda asalto mi mente.

-¿Te puedo hacer una pregunta?

-Ya la has hecho. -Me contesto con una sonrisa. -Claro, dime.

-¿Entre Sam y tú hay algo?

Paula se sonrojó. La pregunta era atrevida, pero queria saberlo.