I don't know why, but I like it

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NdA: Casi se me olvida de que hoy tocaba capítulo, qué desastre soy, pero entre tema y tema un IwaOi asoma. Solo queda un capítulo para el final, pero este es mas larguito que el resto espero que te guste nwn

Shall I sleep within your bedRiver of unhappinessHold your hands upon my headTill I breathe my last breath - Mystery of love de Sufjan Stevens 

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Shall I sleep within your bed
River of unhappiness
Hold your hands upon my head
Till I breathe my last breath - Mystery of love de Sufjan Stevens 

Shall I sleep within your bedRiver of unhappinessHold your hands upon my headTill I breathe my last breath - Mystery of love de Sufjan Stevens 

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—Yo creo, Iwa-chan —medita Tōru, alargando el brazo para bajar un par de grados la calefacción de la habitación. La nieve se agolpa en el cristal de la ventana y forma pequeñas mesetas que no piensa limpiar hasta el día siguiente—, que nosotros también podríamos probar.

Nota cómo se le tensa el pómulo derecho por un segundo, chasca la lengua y pone en pausa la partida al Crash Bandicoot. Crash da vueltas sobre sí mismo a la espera de saltar sobre un cúmulo de rocas levitantes. Llevan dos horas así, turnándose el mando de la Playstation 2 cada vez que se caen por un precipicio, los arrolla una bola con dientes afilados o, en el peor de los casos, uno de los mutantes decide sacarse un as bajo la manga para matarlos en un abrir y cerrar de ojos.

—¿El qué?

Tōru intenta que no se le note demasiado la sonrisa. Iwa-chan puede llegar a ser muy rápido en oler sus jugarretas cuando se lo propone.

—¿Cómo que "el qué"? —repite, indignado. Se retuerce a lo largo del sofá beige hasta sentarse lo más recto posible, con un cojín de distancia de separación entre Iwa-chan y él. Brazos en jarras y un ceño fruncido que probablemente no dé ni la mitad de miedo de lo que suele dar la de su mejor amigo—. Tocarnos. Qué va a ser.

Al parecer Makki le hizo una manuela a Mattsun el fin de semana pasado y, por lo visto, fue más que bien. Según les contaron es cuestión de cerrar los ojos y pensar en alguien en concreto y, por supuesto, creerse que la mano es de esa persona. Que es mucho más satisfactorio. Tōru pone la mano en el fuego porque Mattsun pensaba en Kaichi, una chica de mechas rubias, dos años mayor y ojos azules. Y algo inalcanzable, también. La había visto un par de veces entre las gradas y si bien Mattsun no suele prestar atención a nada, le echa demasiadas miraditas en su dirección en los entrenamientos como para pasar desapercibido.

More than us there is nothingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora