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Faltaba un minuto para que el reloj despertador marcara las doce en punto. Baekhyun esperaba impaciente a que ocurriera, entonces se cumplirían los cuatro meses que esperó para confirmar sus sentimientos por Chanyeol.

Aunque fue algo no tan útil, él ya estaba seguro de estar enamorado y le era difícil ocultarlo, cada vez que estaba con él, cada vez que lo veía y/o le hablaba lo sentía, su corazón se aceleraba al punto de creer que se escaparía de su pecho.

Y la mejor parte, era recíproco.

Así que ocupó ese tiempo para poder hacer una confesión adecuada.

El rubio (que ya había dejado de serlo, un día llegó a trabajar con la cabellera color chocolate que lo hacía ver más joven) no disimulaba lo mucho que le gustaba tenerlo cerca y ser su centro de atención.

Todos los días almorzaban y comían juntos, se perdían en largas conversaciones, algunas extrañas, pero que los mantenía en una burbuja que los aislaba del resto. Y, como a veces no eran suficientes las horas que pasaban en la oficina, Chanyeol lo llevaba a su hogar. Habían entrado a una rutina que no les aburría para nada, al contrario, disfrutaban de cada minuto todos los días.

Cuando las manecillas del reloj se alinearon, Baekhyun se puso de pie sobre el colchón y comenzó a saltar. No perdería más tiempo y le haría saber sus sentimientos.

Dejó de saltar para bajar de su cama y salir corriendo de su habitación, fue hasta la de su hermano y entró sin tocar, sabía que aún seguía despierto porque estaba muy ocupado terminando algo importante. Se subió a su cama para saltar como en la suya, se detuvo gracias a un almohadazo que lo golpeó en el rostro.

Cuando Hyunsoo le preguntó sobre la razón de su locura (en ese momento), él chico le respondió que ya habían pasado cuatro meses.

—Es cierto, pronto volverás a la universidad, mi trabajo volverá a ser mi lugar seguro de ti.

—Eso no es lo importante ahora —beso el suelo cuando trato de llegar con su hermano que estaba en su escritorio—. Vamos, dime su nombre, hazlo —no le tomó importancia al golpe que recibió—. Verás lo que hace esto.

Agarró la mano de su hermano para llevarla a su pecho, Hyunsoo quería correrlo por molestarlo a esa hora pero Baekhyun fue bastante insistente y logró que el mayor dijera el nombre del ex-rubio.

Baekhyun quería que su hermano sintiera lo mucho que su corazón se aceleraba con tan solo escuchar su nombre.

—Ya, ya me quedó claro lo mucho que te gusta, ¿ya me dejas continuar en paz?

—Si, ya me voy. Debo hacer algo. Cuando lo vea mañana le haré saber lo que siento por él.

—Cuando terminen no vengas a mi llorando.

—Hyung, ni siquiera hemos comenzado a salir, no hables tan pronto de una ruptura.

—Tienes razón, cuando te rechacé no vengas a mi llorando —corrigió—. No te voy a consolar.

—¡Hyung!

Abandonó la habitación para correr a la cocina, buscó entre los recetarios de su madre el de postres, revisó cada receta para elegir lo que prepararía para Chanyeol. Al final se decidió por bombones de chocolate, buscó en las alacenas todos los ingredientes y se puso manos a la obra para prepararlos.

Una vez que tuvo la caja en forma de corazón lista, regresó a su habitación y encendió su computadora. Escribió una especie de contrato en donde exponía las ventajas de salir con él y las cosas a las que se comprometía a hacer y cambiar si era necesario.

Acepta mi corazón. [ChanBaek] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora