FANFIC SIN EDITAR
⩇⩇⩇ . [👽] 𓂅 MORNING STAR !¡
❛ la nueva era ha comenzado ❜
██ █ ███ █ ███ █ █ ׅ ࣪𓏲ּ ֶָ 𖥻
☆ La primera ola: oscuridad.
☆ La segunda ola: destrucción.
☆ La tercera: la peste.
En la cuarta los Otros ya caminaban entre ellos...
Y...
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ACTUALIDAD. otoño.
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EL RUIDO DEL BOSQUE A SU ALREDEDOR LA ALTERABA UN POCO. Nunca había sido de esas personas que se quedaban en un solo lugar todo el día sin hacer algo, no como su hermana mayor y menor, quienes, como ella, no fueron diagnosticadas con TDAH de bebés.
Luego de estar dentro de su carpa por una hora entera dibujando y leyendo un par de sus cómics favoritos ─los cuales aún conservaba orgullosamente─, salió de allí para reunirse con sus dos hermanas en el huerto del campamento.
Hacía un par de semanas que ella y sus hermanas habían llegado a un campo de refugiados que, casualmente, habían construido en un claro en el bosque. No sabía exactamente cómo era que ellas habían dado de la nada con esas personas, pero ahí estaban y en el fondo le agradaba.
Estela caminó por el estrecho sendero que conectaba el lugar central de las tiendas de campaña con el espacio donde se encontraban las hortalizas y verduras.
Las buscó con la mirada entre todas las personas que iban de allá para acá y, después de unos segundos, las halló recolectando guisantes con otros niños del lugar; porque aquellos eran quienes más abundaban.
Metió las manos en su buzo aburridamente y se acercó a ellas acelerando el paso.
Camille fue la primera que notó su presencia.
─¡Estrella! ─gritó, corriendo hacia ella con una sonrisa en la cara.
La mayor sonrió y se agachó un poco para cargar a su contraria, tenía cuatro años.
─Hey, bestia ─le jaló suavemente un mechón de cabello rizado a su hermana, quien le dió un manotazo sacándole la lengua.
─Pensé que te quedarías un rato más en la tienda ─le dijo Jane, su hermana mayor.
Estela negó, acomodando a Camille en su torso.
─Me aburrí, además ya sabes cómo me pongo con los lugares pequeños..., o en todas partes.
Jane sonrió apenas, tomando un cesto repleto de guisantes y comenzando a caminar.
─Carlos está como loco, les ha estado gritando desde hace media hora a los centinelas que estén alertas a cualquier señal.
Estela frunció el ceño, siguiéndola.
Hacía dos noches un 'dron alienígena' o así lo habían llamado los demás sobrevivientes, había aparecido volando en círculos, sin parar, encima de la zona de las tiendas de campaña. Estela no sabía si se trataba de una técnica de expiación de los visitantes galácticos o si sólo era una manera para distraerlos de la verdadera amenaza; la cuarta ola. Lo que sí, es que aquello había logrado encender todas y cada una de las alarmas de Estela.
