—¡Eso fue genial! —gritó el burdeo atrayendo la atención de los demás alumnos que salían del instituto.
—Baja la voz idiota. —pidió el rubio dándole un codazo al pelirojo en las costillas.
—Perdón. —se disculpo levemente apenado.
—Igual no fue la gran cosa. —susurró con indiferencia.
—¿¡Qué no fue la gran cosa?! ¡Tu voz es increíble! ¡Convinaba perfectamente con la melodía! Yo nunca antes habia escuchado algo similar... ¡Fue increíble! —confesó el de aretes con una sonrisa deslumbrante.
—Murata me ayudo con la música, el también merece el crédito. —informó con desinterés, odiaba que lo alagaran por cosas así.
La baja autoestima del rubio la mayoria del tiempo no le dejaban ver lo verdaderamente talentoso que era y eso era algo que sin dudas al burdeo no le agradaba.
—Bueno, en mi opinion ambos son muy buenos. —insistió con voz suave.
—Ya... —ordenó el rubio para dar por finalizado ese tema. —¿Sabes cocinar?
—¿Eh? ¿A qué viene la pregunta?
—Solo responde.
—Bueno, sí, sí sé cocinar. —dijo y el ojimiel solto un suspiro de alivio.
—Igual le pediré a Nezuko-Chan que te ayude por si acaso en la panadería. —informó levemente preocupado por como resultarian posiblemente las cosas.
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•—¡Mm! ¡Esto esta muy rico! —exclamó el rubio llevandose otro bocado para degustarlo en su paladar.
—Me alegro que te guste. —respondió el ojirubi con una brillante sonrisa.
—Momento. —dijo parando de comer y mirando fijamente al burdeo —¿E Inosuke?
Nezuko seguro estaba en su cuarto descansando, pues al ser un demonio no podia estar en contacto con el sol, pero, ¿e Inosuke? El cabeza de jabalí nunca se perdería una comida de esa clase, sin dudas se devoraria todo antes de que él pudiera terminar de tragar un pequeño bocado.
—Inosuke sigue entrenando en el jardin. —informó sonriendo tiernamente.
—Oh.... —dijo un poco triste.
—¿Qué ocurre? Tu olor se volvio amargo de repente. —comentó con preocupación el de aretes.
—Estoy bien solo... es que la comida sabe mejor cuando estamos todos junto. —explicó con un poco de pena pues se habia acostumbrado a comer junto a sus compañeros.
—Oh... perdona, debí llamarlo para que nos acompañara. —se disculpo el ojirubi sin saber que hacer para levantarle los ánimos al chico.
—No te disculpes, aún así tu comida es fantastica. —comentó con una pequeña sonrisa —Tus padres te instruyeron bien en el arte culinario, quizás no sea tan malo que te quedes aquí.
Tanjirō no pudo evitar reir por el comentario del ojimiel, su olor volvia a ser dulce y eso alegraba al de cabellos burdeos.
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•—¡Tanjirō! ¡NO! —gritó Nezuko pero fue demasiado tarde, Tanjirō habia encendido la mezcladora y la harina se habia exparcido por todas partes.
—Ups... —fue lo único que pudo decir al ver la cara de su hermana cubierta de harina.
—FU-E-RA. —ordenó la chica utilizando cada gramo de paciencia que le quedaba en su adorable cuerpo para no golpear a su hermano.
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Intercambiando lugares. [TanZen]
Fanfiction---Un demonio te ataco con una de sus técnicas de sangre y te dejo inconsciente por unos minutos. ---explicó el rubio separándose del menor y sorbiendose los mocos ---¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? ---Yo me siento bien, pero creo que sigo dor...