Capítulo 10

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—¿Tiene miedo del gran duque? ¿Tiene alguna sensación de adormecimiento o miedo?

—¿Eh...?

—Aunque es un asunto intimo...—Lucy parecía un poco indecisa. De hecho, desde el punto de vista de un empleado, no sería posible hablar a la ligera sobre los empleadores. —Realmente tienen una fuerte presencia. —Lucy parecía creer que no podía ocultármelo, así que me contó las circunstancias del gran duque. —Todo el mundo tiene miedo del maestro y los jóvenes maestros, quizás se deba a esa gran energía que emanan.

—Ah......

—Los jóvenes maestros también estaban preocupados por la salud de la señorita, ya que usted ha pasado mucho tiempo con ellos y temen que eso la haya afectado.

<Eso no es cierto...>

La razón que me dio el médico era completamente diferente.

< ¿Qué maldición tendría a los niños tan preocupados?>

La familia del gran duque era una familia con una maldición especial que se transmitía de generación en generación. Y debido a la maldición, la gente siempre tuvo miedo de ellos.

Incluso las personas que conocían al gran duque desde hace mucho tiempo han aprendido a expresarse, pero eso no significa que no le teman.

Sobre todo, los niños serían sensibles a esa actitud. Fue un poco doloroso pensar en lo solos que se habrán sentido los niños en su propia casa.

—No es ashí. No tengo miero. Más bien, me gusta estar aquí, es agladable y todos me tlatan muy biem. —negué con la cabeza apasionadamente ante Lucy.

<No puedo. ¡Odiaría lastimar a dos personas por este mal entendido!>

Salté de la silla y salí corriendo del baño.

<Por favor, escúchenme con atención.>

Windert y el gran duque esperaban cerca del baño con nerviosismo. Los dos parecían sorprendidos cuando de pronto salí corriendo.

—¿ShuShu?

—No me gushta que el hemano Windy me evite. Mi corashon dolió poque antes evitaste tomar mi mano.

Windert abrió la boca ya que parecía querer protestar, pero en su lugar se sonrojó. Parecía alegrarse de que no le temiera o me disgustara.

—Me gustas, gan diuque. Me gustas, hemano Windy. También me guta el hermano Dell. Lucy también me guta mucho—tiré de la mano del gran duque con ansiedad. Estaba desesperada por llegar a él de alguna manera.

Como si conociera mi corazón, una gran mano envolvió mi mano por completo, y tras dudar un rato, el gran duque se inclinó y me miró.

—Me guta esta casha todos son wenos conmigo. Despes de haber estado en un ofanato, estar aquí eh como el palaisho.

—ShuShu...—el gran duque habló entre dientes.

—No toros se inteleshan en Shuelina. Nadie quere a una shushia huérfana—me ahogué por un momento y tartamudeé.

No le agradaba a nadie, por lo que era más rápido contar las personas que me agradaban que las que me odiaban.

No podía evitarlo, porque era una niña que había sido maltratada continuamente. Una niña a la cual no valía la pena darle amor. Una niña molesta.

Podían quitarme todo en cualquier momento, ya que odiarme y maltratarme era casi como un juego para aliviar el estrés.

—He conoshido a mucha gente agladabre por primera vez desde que nashi—mientras hablaba, me puse algo triste, por lo que mis ojos se llenaron de lágrimas.

Nadie me quiere a excepción de los villanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora