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capítulo treinta y cinco . . . ❞
AMELIA GRANGER⠀⠀
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Y sus labios volvieron a separarse.Su respiración era entrecortada, tenue, y si no fuera porque su pecho se mantenía en movimientos, podría haber creído que sus suspiros eran casi inexistentes.
—Amelia... —susurró él.
La punta de su nariz seguía rozando la suya, cautivando su piel mientras admiraba con anticipación la manera en que Draco luchaba consigo mismo, manteniendo movimientos lentos y delicados hacia ella, como si se tratara de la más frágil de las piezas.
Pero no lo era...
Sin pensarlo, dio un paso hacia él, uniéndolos nuevamente.
Sus manos subieron desde la parte superior de su pantalón, dibujando suavemente sobre su camisa para luego transformarse en puños que tiraron de él, pegando sus cuerpos de manera que pudiera sentir el cálido temperamento en su piel.
Draco parecía aturdido. Sus labios jugaban con los de ella de una manera que le hacía sentir un hormigueo en ellos, queriendo más de su sabor y añorando que su respiración se contuviera para poder disfrutarlo por lo que deseaba, una eternidad.
Pudo sentir manos bajando hasta sus caderas, deslizándose a su espalda baja para luego bajar aún más, apretando su trasero de una forma que la hizo jadear en sus labios cuando el inclinó un poco su cuerpo, ahora sosteniendo sus muslos para elevarla y hacerla responder al instante.
Amelia rodeó sus caderas con las piernas, suspirando cuando su altura aumentó frente a él. Sus brazos se entrelazaron tras su cuello y su espalda se arqueo, sintiendo como Draco comenzaba a besar una línea en el escote de su blusa.
Con la mente nublada y su cuerpo deseoso de él, Draco la llevó hacia el sillón, recostándola suavemente sobre el mientras enderezaba su cuerpo. Su lengua se deslizó por sus labios mientras sus ojos la recorrían, como si buscara el lugar perfecto para dejar su rastro.
Rastro...
Mierda, borró su marca.
No tuvo tiempo de parar alguna de sus acciones, ya que en el momento en que iba a separar sus labios y decidir que quizá no debían llegar a algo en ese momento, Draco había desabrochado el botón de sus jeans, jugando con la tela del pantalón hasta encontrar el punto en el cual tirar de ellos y descubrir sus piernas.
Lo vio quitarle la prenda lentamente, haciéndola elevar sus caderas para desnudar la parte baja de su cuerpo.
Amelia sintió su corazón comenzar a latir con demasiada fuerza, y ya no sabía cuáles eran los sentimientos que la estaban invadiendo.
¿Tenía miedo?
No sabía cómo describirlo pero por la forma en que su estómago se anudaba y sus manos temblaban, quizá era cierto.
¿Se molestaría él?
Un jadeo escapó de sus labios cuando Draco besó su estómago, bajando lentamente hasta la tela de su braga donde, lanzándole una mirada tentadora, comenzó a tirar con los dientes el borde de la prenda, jalando de ella para lograr deshacerse de cualquier cosa que le prohibiera admirar cada centímetro de su cuerpo.
Ella cerró los ojos, echando de su cabeza hacia atrás para dejarla caer entre los cojines. El único sonido era su respiración, que poco a poco se hacía más exaltada cuando Draco la tocaba, subiendo por su cuerpo para posar sus labios en su vientre nuevamente.

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SUBMISSIVE, 𝙙𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 ✓
Fanfiction(EDITANDO) 𝐒 | Luego de escapar de la Batalla de Hogwarts sin aires de gloria, un grupo de estudiantes decide esconderse en la oscuridad del bosque para tratar de sobrevivir. Tras un año encerrada y aún sintiendo la culpa pesar en sus hombros, Amel...