Capítulo 30 - La tía Nora

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◆AXL◆

18 DE MAYO DEL 2011

Han pasado aproximadamente dos semanas desde que volví de Nueva York y todavía no hemos hecho un gran avance localizando a Diane Miller, cosa que pone mal a Shay. Veo la forma en la que se esfuerza día con día, cómo se levanta y se dice frente al espejo que es fuerte, y lo es, pero el hecho es que vivir en la incertidumbre no le hace ningún bien. Ni a ella ni a nadie. Todavía me pregunto si sería muy arriesgado hablar directamente con Diane y decirle que sabemos que no hay un bebé, que creemos que puede tener una enfermedad y Shay tiene todo el derecho de saber si eso es así. ¿Qué pasa si es real? ¿Qué pasa si ella solo deja de llamar un día y no sabemos si es porque murió? No sé de qué forma está pensando Diane, pero creo que si tiene una enfermedad grave, entonces ella no se da cuenta de que su hija no debe ser la última persona en enterarse.

—Un legendario emparedado de helado de moka con galletas de chocolate blanco y macadamia para mi hermosa chica.

Shay me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa mientras me siento en la silla libre que está a su lado. Le entrego su postre y comienzo a comer del mío mientras observamos el tráfico del boulevard. Incluso con el ruido, las luces, los autos y toda la gente, no se puede negar que tiene su encanto.

—Me gusta este lugar —murmura Shay, ella está detallando el pequeño establecimiento en el que nos ubicamos. Aunque por dentro el lugar es bastante agradable para estar, nosotros tomamos una de las mesas libres del exterior.

—Es un buen lugar —asiento.

—Me hace pensar...

—¿En qué?

Guarda silencio, observando con fijeza la calle. Por un momento creo que no me ha escuchado, pero cuando voltea y una pequeña sonrisita se insinúa en sus labios, me doy cuenta de que no es así.

—Estamos aquí, comiendo tranquilamente estos deliciosos emparedados de helado, mientras el mundo continua agitado a nuestro alrededor. Corriendo a toda prisa. Es lindo saber que estamos fuera del caos por un rato pero...

—Pero sigues pensando en tu mamá —digo, ella baja la mirada—. Okay, Shay, vamos a hacer esto diferente. No podemos seguir esperando a que Diane decida decirte su paradero. Mi papá está haciendo sus averiguaciones, nosotros haremos nuestra parte...

—¿Cómo? —la voz le tiembla al preguntar.

—Has estado hablando con ella desde el mes pasado. No han sido conversaciones de un minuto, alguna otra pista ha tenido que darte, incluso si no fue a propósito. Tienes que hacer memoria, tenemos que partir de algo más que el nombre de un doctor. Mi padre ya está buscando por ese lado, ¿crees que haya algo más?

Frunce el ceño y se muerde el labio, pensativa.

—Es difícil. Mamá raramente habla sobre algo que pueda darme una idea de su ubicación, aunque...

—¿Aunque?

Sus ojos se abren mucho.

—Nora.

—¿Nora? —arrugo el ceño, confundido.

—Ella dijo que estaba viviendo con alguien llamada Nora. No dijo su apellido ni nada, pero... no sé.

—Y si encontramos a esa tal Nora o al doctor Richards, la encontramos a ella.

—Lo haces sonar como si fuese algo simple.

Le tomo la mano y le doy un apretoncito.

—No es simple, pero es bueno saber que tenemos un nombre más. Vamos a encontrarla —le aseguro.

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