‹‹ w i l d e s t d r e a m s ›› | jackbeom

O7; comfortable

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Su mirada volvió a centrarse en Jaebeom, quien estaba acostado en la cama. Sus filudos ojos volvían a cerrarse lentamente para exhibir el par de lunares sobre su párpado, una decoración natural que Jackson se había encontrado admirando más de una vez.

Apretó con fuerza la almohada entre sus brazos, sin saber qué hacer. El pelirrojo le había dado la opción de decidir entre dormir junto a él en la cama o dormir solo en el mueble mediano de apariencia esponjosa en el cual dejó una frazada gruesa con la que Jackson podría abrigarse después si optaba por la segunda opción.

—Decide rápido, cachorro, no me gusta la luz cuando intento dormir.

El híbrido saltó en su sitio, más nervioso ahora. Algo en la presencia de Jaebeom aún lograba intimidarlo lo suficiente para querer mantenerse alejado, por muy amable que habían sido sus intenciones, seguía siendo un humano y los humanos eran seres crueles, lo había aprendido a la fuerza. Sacudió la cabeza, moviéndose al interruptor para apagar la luz y trazar con pasos cuidadosos el camino de regreso al mueble. Incluso dormir allí era mucho más cómodo que el suelo.

—Aquí estaré bien —murmuró bajo, con temor de hablar demasiado fuerte y molestar al mayor —. Buenas noches, Jaebeom.

El pelirrojo soltó un quejido perezoso, demasiado somnoliento para responder algo más.

Jackson rio entre dientes, empujando más cerca la frazada para abrigarse mejor, doblando sus rodillas para adoptar una posición cómoda en el mueble.

Se relajó por instinto, abrazando la calidez que la caravana y la frazada gruesa le otorgaban. Acostarse en el mueble fue más complaciente de lo que esperaba, se sentía en el cielo, a tal punto que si sus huesos desgastados contaran con voz propia, habrían gemido de puro placer.

No hubo mucho en lo que pensar, antes de darse cuenta ya estaba profundamente dormido.

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Mark ordenó cuidadosamente su maquillaje y el de YoungJae. Organizando las bases, colorantes y escarchas del payaso hacia el lado izquierdo. Y la pintura blanca, los delineadores negros y el gel de cabello hacia el lado derecho.

Revisó que ambas camas de la litera se encontraran tendidas. Almohadas esponjosas, sábanas extendidas y frazadas suaves.

El pequeño reloj en forma de media luna sobre la repisa blanca le indicó que ya eran las 10:00 pm. El cansancio comenzaba a ejercer fuerza sobre sus párpados, haciéndolos cerrarse con pereza. Supuso que su compañero no tardaría en regresar.

Subió las escaleras de la litera, ocupando su habitual posición sobre la cama de arriba.

La noche estaba particularmente fría, Mark envolvió aún más su cuerpo delgado con las colchas gruesas, pensando inevitablemente en su compañero y en cómo no llevaba puesto más que una delgada camisa y pantalones anchos cuando lo vio por última vez.

La puerta se abrió, trayendo consigo una ráfaga fría que lo hizo arrugar las manos sobre la tela que lo cubría de pies a cabeza. YoungJae entró, luciendo tan animado como todas las noches.

—Hyung, ¿puedes creerlo? JinYoung dejó que Jaebeom hyung se llevara al híbrido a su caravana, parece que no es tan peligroso como nos dijo cuándo lo encerró en el camión...

Mark lo observó en silencio desde arriba, un poco atento a sus palabras y un poco más atento a su aspecto. YoungJae estaba temblando inconscientemente mientras hablaba sin parar, la punta de sus orejas teñidas de un fuerte color rojo, sus manos frotándose contra su ropa, buscando mantenerlas calientes.