Omaha Bad Boy. -Nate Maloley-

23. (maratón.)

Desperté gracias a los hermosos gritos de mi madre. Que se entienda mi sarcasmo. Y se escuchaban también unos cuantos chillidos que estoy casi segura que eran de Josh. Revoleé los ojos, levantandome de la cama. Tomé mi celular marcandole a Azul.

-Eh rubia, ¿salimos? -pregunté en cuanto contestó.

-Por fin te haz acordado de tu mejor amiga bastarda, nos vemos en el centro comercial en una hora, Sammy saldrá y creo que Skate está en eso. -sonreí. - un día para nosotras.

-Nos vemos. -espeté antes de colgar.

Tiré mi celular sobre la cama, para luego adentrarme al baño. Me dí una rápida ducha e hice mis necesidades.

Al salir, me sequé bien y me puse la ropa interior, buscando algo que ponerme. Ayer lo habíamos pasado de lo mejor, y mis padres simplemente amaban a Nate. Y eso era bastante bueno. Además, Josh se llevaba bien con Nate, y eso también era bueno.

Ayer, Nate estaba algo... estaba tratando de tranquilizar su bestia interior. O así le digo yo.

Jake estaba en el restaurant, y pareciera que estuviera controlando sus instintos asesinos contra él desde lo que había pasado, y su mirada se volvía algo oscura en cuanto miraba a Jake.

Tomé una camisa sin mangas de colores que en negro decía "Oh I hate this bitch", unos jeans negros, unas vans azules, y dejé mi cabello suelto. Me maquillé ligero, y me puse un reloj. Tomé mi celular y una mochila. Salí de mi habitación y corrí escaleras abajo.

Me detuve mirando aquella escena, soltando una risilla. Mi madre jalaba la camiseta de mi hermano, mientras que él trataba de tomar un envase de Nutella.

-¡Josh, maldita sea, he dicho que no! -gritó furiosa.

-¡Pero mamá, no puedes negarme algo tan delicioso! -chilló como niña.

-¡Por milésima vez Joshua, es muy temprano para estar comiendo dulces! -exclamó furiosa.

Miré a mi padre sentado tomando café, mirando divertido la escena.

-¿No dirás nada, Mason? -le preguntó mamá. Él negó.

-No pienso acabar como la otra vez. -oh, la otra vez.

La última vez que mi padre se metió en una de sus peleas, mamá le dejó un ojo morado, y a Josh casi lo deja calvo. No pregunten.

-Ehm... buenos días. -todos voltearon a verme.

-¡Buenos días cariño! -exclamó soltando a mi hermano, haciendo que corra y se golpee contra la pared.

-¡Auch! -gritó.

-Buenos días mamá, buenos días papá, y buenos días inepto. -dije en órden.

-¿A donde irás? -mi padre frunció el ceño.

-¿Puedo ir a desayunar y pasar el día con Azul? -pregunté.

-¿Por que no te quedas a desayunar, y luego sales con Azul? -preguntó mi madre. Me encogí de hombros.

-Bueno... -me senté a un lado de mi padre, mientras que Josh se sentaba a un lado de mi mamá sobando su brazo.

Mi madre se levantó y fué a la cocina.

-¿Como ha dormido? -pregunté a mi padre.

-Durmiendo, duh. -obvió. Puse una expresión de pocos amigos mientras lo fulminaba.

-Papá, no. -Josh negó haciendo una seña con su mano.

Él le respondió con un revoléo de ojos. Sigo pensando que soy una odiosa gracias a sus genes.

Mi madre llegó, dejando un plato con panqueques en frente de mi.

-Gracias mamá. -sonreí, mientras ella se sentaba.

-No es problema, ahora, ¡a comer! -exclamó.

Empezamos a comer, teniendo una pequeña charla. Nuestros padres nos contaban sobre su viaje, y lo que habían recorrido en cuanto la empresa dejaba que exploraran el lugar.

Tomé el jugo de naranja mientras lo vertía en mi vaso. Sentí mi celular vibrar y deje el jugo de lado. Lo tomé y revisé la notificación, más bien el mensaje.

Daddy Sk(n)ate: buenos días princesa, hoy tengo unos pendientes que hacer así que no podré estar contigo hoy)-: te lo compensaré mañana luego de clases xx.

Sonreí.

Me: buenos días Skate, azul me dijo)-: bueno, no interesa, mañana te veré al menos♡♡♡♡♡ xx.

Deje mi celular de lado, y seguí comiendo y charlando con mis padres.

------

Bajé del auto de Josh luego de despedirme, y luego caminé hacia dentro del centro comercial. Había tenido un buen momento con mis padres en el desayuno. Ahora, creo que irían a descansar lo del viaje y eso.

Tomé mi celular viendo la hora. 11:20 am. Bueno.

Caminé mirando las tiendas y buscando la rubia cabellera de mi amiga. Me paré en seco al golpear a una chica haciendo que esta caiga.

-Oh mierda, lo siento. -dije ayudandola a levantarse. - ¿Becca?

-¿Diana? -preguntó la morena con una sonrisa. Sonreí de vuelta dandole un fuerte abrazo.

-¿Que haces aquí prima? -Becca, mi prima, no vivía aquí en Omaha, ella vivía en California.

-¡Estoy de paseo! Además, creo que me mudaré a Omaha. -sonreí. - ¿y andas sola?

-Azul está esperandome, ¿y tú? -pregunté.

-¡Esa rubia platinada está aquí! Y no, ando con una amiga, Guadalupe, es de México y la he conocido estando en California. También vivirá aquí. -woah, de México.

Aunque sea extraño, Becca y yo somos de desendencia Venezolana por nuestra abuela, y eso es genial. Casi somos latinas.

-¿Vienes? -pregunté haciendo una seña.

-Vale, dejame y le marco a Guada para que no se pierda, como lo está ahora. -dijo tecleando la pantalla de su celular. Bloqueó el celular y sonrió. - ya, vamos.

------

-¡Becca! -gritó mi rubia amiga abrazandola y dando saltitos.

-¡Rubia azulada! -gritó mi prima.

-Un gusto Guada. -ella y yo reímos.

-Igualmente. -estrechamos nuestras manos.

-Sentemonos, hay mucho de que hablar. -nos sentamos en una de las mesas que estaban esparcidas por el lugar.

-¿Y dime... tienes novio pri? -preguntó Becca, moviendo sus cejas. Me ruboricé. Ella me señaló riendo. -dimelo todo.

-Se llama Nate Maloley, es tan... dios. -murmuré suspirando como imbécil. Ella empalideció.

-¿Dijiste... Nate Maloley? -tartamudeó.

Asentí algo desconcertada.

-Aléjate de él, Diana, ese chico es muy peligroso... -me advirtió.

-Lo sé todo... -murmuré. Abrió sus ojos al tope.

-¿Todo? -preguntó.

-Todo.

--

pos siguan, ya casi termina el maratón.