Capítulo 4

9.7K 727 241
                                    

    El camino hacia su casa parece ser eterno, no sé si está molesto o si siempre es tan cerrado y cortante.

    Por el rabillo del ojo pude notar que aprieta con más fuerza de la normal el volante y temo que sea por tener que soportar mi presencia a su lado. No puedo creer cómo es que cada vez que estoy cerca siento que no soy yo misma, esa chica rebelde que no se deja intimidar y que dice cuanta cosa se le cruza por la cabeza, queda completamente sumisa bajo su intensa mirada. Definitivamente me desconozco, es como si temiera abrirme a él.

    -¿Vas a estar muda todo el camino?- pregunta sacándome de mis pensamientos.

    -¿Qué tipo de proyecto piensas que podríamos presentar?- le pregunto para saber si tiene alguna idea en mente, aunque dudo que piense en algo que no sean mujeres.

    -Aaahh... No empieces tan temprano con la taladrada de cabeza, tenemos toda la tarde para pensar en eso.- se queja como un niño cuando lo mandan a ducharse.

    -Bueno, entonces dime... ¿Cómo conseguiste mi número?- le pregunto recordando que no me respondió cuando se lo pregunté.

    -Ufff... Que insistente con eso... Me lo pasó Alisson.- dice y no pude reprimir la carcajada que brotó de mi garganta por lo falso que suena eso. -¿Qué es tan gracioso?- me pregunta.

    -Que deberías haber buscado cualquier otra mentira que pudiera creer antes de decir que Alisson puede llegar a tener mi número. ¿Cómo me tiene agendada, "perra"?- le digo con una sonrisa irónica.

    -¿Quieres que te diga la verdad?- dice y gira su rostro hacia mí una vez que estacionó en la entrada de su casa.

    -Claro que si.- digo seria.

    -Le revisé la agenda buscando tu número y cuando vi un contacto bloqueado con el nombre "Escombro" me llamó la atención y cuando lo agendé en Whatsapp pude ver tu foto.- dice y no pude contener la sonrisa por lo poco original que es.

    -Típico de Alisson, siempre tan poco original.- digo negando con la cabeza.

    -¿Por qué ese apodo?- me pregunta intrigado.

    -¿Realmente tú, el chico popular que le encanta hacer bromas y molestar a los demás, no sabe el significado de la palabra escombro?- digo en tono de burla y cuando frunce el ceño me doy cuenta de que realmente no lo sabe así que con un suspiro de resignación le cuento.

    -Cuando éramos niñas siempre había un chico que nos molestaba en la escuela, se metía constantemente con nosotras y no nos dejaba en paz. Un día mientras se burlaba de ella porque tenía ortodoncia, me enfureci tanto que le dije que él parecía "Escombro, porque donde está siempre molesta".- No sé si alcancé a terminar de hablar cuando su risa tan grave y varonil resuena por todo el interior del coche provocando que algo en mi interior se removiera por ser la causa de que ría de esa manera.

    Me quedo mirándolo como una boba sin saber si se me están cayendo las babas o no hasta que limpiando una lágrima de su ojo derecho, deja de reír al encontrarse con mis ojos.

    -Perdón, perdón. No me río del apodo que te puso a tí, me causa mucha gracia que le hayas dicho eso a un chico que las molestaba. La verdad es que es un excelente apodo, definitivamente típico de ti tener esas ocurrencias.- dice y luego se queda mudo como si hubiera dicho algo que no debía.

    -¿Y cómo sabes tú que es algo típico de mí?- pregunto curiosa.

    -Porque siempre reaccionas con insultos ingeniosos como este a las provocaciones de Alisson y tengo que reconocer que me divierte mucho.- Dice y no sé si lo que acaba de decir me halaga o me molesta.

Un Juego PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora