Isabel

60 7 0
                                    

Todos la llamaban gorda,

gritándole en los pasillos,

esas palabras eran cuchillos,

que se retorcían en su interior,

pero eso no hera lo peor,

lo peor era su conciencia,

que le daba la razón al dolor.


Hoy decidio saltares el desayuno,

luego la comida del mediodía,

y por último la cena y así...sucesivamente,

pasaron los días las semanas,

y ella cada vez estaba más delgada,

en el colegio ya no le decían nada,

no tenían "cuerpo" del cual burlarse.


Se encontraba en su habitación,

escuchando una inspiradora canción,

Abrió los ojos y se le antojo un caramelo,

se lo comió en silencio saboreándolo,

desde ese día no se prohibió la comida,

y perdono a los que la impregnaron con ira.

solasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora