Capítulo E

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- ¡Llamando a planeta tierra! Houston tenemos un problema-le bromeo a mi hermano

Me mira de reojo, pero ni bola sigue acostado en la cama, lo boludeo, pero nada, me canse y le lance una almohada por la cabeza, pero ni eso lo altera.

-Dale me vas a decir lo que te pasas, llegaste y ni bola ¿Qué paso en el viaje? -le pregunto preocupado

- ¡Esto me pasa! - se levanto la remera

- ¡Guau que abdominales para alguien de tu edad! -lo boludeo

Me lanza la almohada de vuelta, se levanta de repente y camina de un lado del otro diciendo que tenía una herida y que ya no está, explico que era magia cosas por el estilo.

-Otra vez con eso, la noche que viniste estabas con sangre, me preocupé y no tenías ninguna herida lo único extraño era la chica de pelo rojo-le dije poniendo los ojos en blanco

- ¿De qué hablas? ¿Yo te visite? ¿Cuándo?

-Realmente te pego fuerte, para que no te acuerdes de nada

Le cuento todo lo que paso esa noche si dejarle nada afuera como llego al templo todo mareado, como la chica intentaba escapar y él no la dejaba, yo preocupado de que no estuviese herido y de la nada como ella le pega con un jarrón en la cabeza y se desmalla, cuando intento ayudarte te transporte sin saber a dónde te fuiste.

- ¡Vos no hiciste nada para defenderme del golpe! -me grito enojado

- ¡Pero te lo merecías! -le dijo entre carcajadas- primero que nada, estaba pasando muchas cosas en una noche, segundo llegaste casi gritando como si estuviese muriendo y ninguna herida tenías, tercero empezaste a discutir con la chica de temas que yo ni siquiera sé de qué hablaban y cuarto el tortazo por evitar que se marchara, eras un boludo importante.

- ¿Quién era esa chica de melena roja al final? -me miró a los ojos

Cuando terminamos de comer sin cruzarnos a ninguno de los dos maestros, nos fuimos a la sala de estar que armaron con libros y juegos que a ellos les parecían divertidos. Nos sentamos en silencio era tan raro el ambiente que se cortaba con un cuchillo fácilmente. Tenía que contarle lo que averigüe en su ausencia, era duro, pero lo debía saberlo.

- ¡Zhonxing no existe! -grito cerrando los ojos

Al no escuchar respuesta los abro y veo que me mira confundido sin entender nada. Intento explicarle lo que sabía que el día de su visita los monjes actuabas más raro de lo normal. Seguí a un grupo de ellos hasta la cocina y me escondí atrás de la puerta, decían cosas raras como que no había remedio, que era la única solución o peor que no sabían cuánto tiempo existiría.

-Sigo sin entender nada ¿me estás diciendo que es un robot?

-No la verdadera historia era que Zhonxong dividió su cuerpo y alma en dos convirtiendo a su clon Zhonxing- le dibujaba en un papel maso menos como yo lo había entendido

-Me estás diciendo que nos mintieron desde el principio-apretando los dientes- ¿Hasta me mintió de la ceguera?

- ¿De qué hablas?

Se levantó furioso y yo lo seguí, caminaba mirando para todos lados buscándolos, preguntándoles a cualquier monje que encontrábamos por el camino. Habíamos pasado por un pasillo oscuro que no conocíamos, pero recordamos el primer día que llegamos que la puerta negra que estaba enfrente de nosotros salían gritos de desesperación. De la nada un golpe en seco recorrió todo nuestro cuerpo, nos acercamos a la puerta con una quebradura profunda y se podía ver adentro. Unos de los abuelos arrodillado enfrentado a un enorme espejo en la pared, entramos sin hacer ruido se escuchaba como lloraba desconsoladamente ni se dio cuenta de nuestra presencia cuando nos pusimos a centímetros de él.

- ¡Deja de fingir! ¿Quién eres realmente Zhonxong o Zhonxing? - Grito enojado Thomas-se supone que deberíamos confiar en los dos, pero parece que uno no existe.

- ¡cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! -se descontrola el maestro

-No lo vamos hacer deja de mentirnos, ¿conoces a nuestros padres? ¿Por qué somos una abominación para ustedes? ¿Qué esconden ustedes y los monjes? - Pregunto sin dejarle interrumpirme- ¡Habla ahora!

Su sollozo empezó a disminuir hasta dejar solamente una risa forzada, con mi hermano nos miramos sin saber que responder, no entendíamos nada. Se levantó mirando siempre al espejo se reía tocando el objeto, se dio media vuelta con una sonrisa diabólica, una mirada fría, sus iris cambiaron a un rojo sangre, su aura era negra como la tiniebla.

- ¡NO PIENSO CONTESTAR A NADA DE SUS PREGUNTAS! - Expulsa todo lo que tenía atorado dentro suyo- ¡es imposible que sean sus hijos!... nosotros tenemos que ser los más poderosos, no todos ustedes.

Corre a toda velocidad hacia nosotros, pero lo esquivamos con rapidez, empezamos a luchar sin mordimiento a nada quería destruirnos, pero se notaba débil y cansado. Se arrodillo nuevamente en el medio de la habitación y empezó a murmurar algo sin sentido, un lenguaje difícil de descifrar, un aire frio nos pegó contra la pared dejando casi sin aliento empezó a gritar que nos fuéramos que no iba a aguantar vernos.

- ¡fuera! ¡Largo del templo!

Tiro todo el poder que le queda dejando herido de gravedad a Thomas con una corte en el brazo derecho, quiero atacarlo, pero mi hermano me detiene diciendo que no vale la pena luchar. Un crujido se escuchó en ese momento dejando nos a todos atentos, el primer pedazo callo adelante mío, el segundo un poco más grande en el medio de la habitación y en cuestión de minutos todo el techo se estaba viniendo abajo. Una mano me agarra del antebrazo y me tira contra él.

- ¡Transpórtate ahora! - me ordena Thomas

En cuestión de nada ya el templo estaba a kilómetros de nosotros caímos en un barrio bajo de New york más bien en Bronx la zona sur conocida como South Bronx. Era un barrio muy pobre había zapatillas colgadas advirtiendo al público que había pandillas de tráfico de drogas cerca, un grupo de chicos se acerca con actitud desafiante nos acórala en un círculo y empiezan a intimidarnos empujándonos y riéndose de nosotros. Un disparo al aire sobresalta a todos en la calle haciéndolos correr hasta unos callejos y dejar a solo tres chicos y nosotros, de la nada un hombre de aparecía árabe se acerca con otro grupo más grande que el anterior casi cincuenta individuos atrás de él.

- ¡Bienvenidos a la convocatoria de reclutas de la familia Reyes! -Dice con una sonrisa en sus ojos- espero que estén preparados para la aventura más arriesgada de su vida...

GEMELOS SOMBRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora