Micrófono abierto

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Beteado por MissLefroy, que sabe absolutamente nada del fandom (y por eso le estoy eternamente agradecida).

Este fic partició en un concurso de fics del grupo BakuDeku / KatsuDeku 80's & 90's kids y ganó. Mi premio fue un fanart de Yukariet.

***

Izuku Midoriya. Veinticuatro años. Graduado de Letras. Puede citar a todos los grandes escritores y poetas japoneses. Tiene un diplomado en poesía moderna. Trabaja como recepcionista en una oficina que nada tiene que ver con aquello que estudió.

No que sea demasiado raro, todo el mundo le advirtió que Letras no tenía demasiadas salidas.

Atiende el teléfono en la entrada del laboratorio, anota las citas y se asegura de que todo el mundo llegue a tiempo a ellas. Lo hace con un entusiasmo bien fingido, mientras lee cualquier libro en las horas muertas, admira el poster de Toshinori Yagi —su actor favorito de toda la vida— que tiene colgado detrás de su escritorio —a su jefe le da igual cómo se vea la oficina, siempre y cuando los empleados trabajen— y escribe poesía en las hojas membretadas de la empresa. Uraraka está a punto de empezar a cobrarle cada hoja que desperdicia.

Es lo primero que uno ve al entrar a aquel laboratorio pequeñito. Se dedican al envasado y distribución de vitaminas. Son una empresa pequeña, con algunas filiales. Nada impresionante. Plus Ultra Vitaminas. ¡Para una vida Plus Ultra! Izuku se sabe la publicidad entera porque la parte superior de su escritorio está llena de folletos para los visitantes.

Además del escritorio de Izuku, hay un departamento de Contabilidad y Recursos Humanos, otro de Ventas, están los químicos —les dicen así, aunque en realidad casi todos tienen alguna especialización en farmacéutica—, Limpieza —se hacen llamar expertos en trapeología— y la Gerencia.

Las horas muertas son largas y tediosas. Nunca hay mucho que hacer.

Hasta que, por supuesto, se oye un grito e Izuku voltea a ver las mesas en donde trabajan los químicos.

—¡Tienes que dejar de robar mi material!

Tenya Iida. Veintiséis años. Ingeniero Químico algo —Izuku no tiene ni idea en qué—. Especializado en... algo, también. Izuku no pone mucha atención cuando hablan de sus carreras. Sigue las reglas y los procedimientos al pie de la letra. Está casado con las regulaciones, probablemente. Siempre, al decirle a alguien que no puede hacer algo, agita el antebrazo derecho de arriba abajo.

—¡Podrías empezar por cuidar tu propio material, idiota!

Katsuki Bakugo. Veinticuatro años. Ingeniero Químico Farmacéutico. Mejor promedio de su generación. Es un genio y el más joven de todo ese equipo. Sigue las normas de higiene al pie de la letra. Su trabajo es impecable. Por lo demás, tiene una guerra declarada con Iida y no desaprovecha ningún momento de irritarlo. Lo de ser experto en química le viene muy bien. Una vez llenó toda la oficina de humo verde y, como es el mejor de todo el equipo, Aizawa sólo se limitó a decirle que pagaría los daños, si los había. No lo despidieron.

Según Katsuki Bakugo, su maldición es no poder deshacerse de Izuku Midoriya.

Se conocen desde los cuatro años. Izuku le dice «Kacchan». Jugaron juntos en el mismo parque. Fueron al mismo kínder. A la misma primaria. A la misma secundaria (donde Katsuki se dedicó a martirizar a Izuku). A la misma preparatoria (donde Katsuki dejó de martirizar a Izuku). A la misma universidad (aunque, por suerte, estudiaban en edificios diferentes). Se pelearon a golpes dos veces. Trabajan en la misma oficina.

Izuku dice que es el destino.

Katsuki culpa a la mala suerte.

—¡Desperdicio tiempo si tengo que vigilar que no estés robando material, Bakugo!

Micrófono abierto [Katsudeku/Bakudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora