02. Escuché que es un idiota

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Es un círculo interminable para BaekHyun.

Encuentra a alguien lindo, tiene una primera cita y luego termina decepcionado.

Nada cambiaba.

Ahora BaekHyun culpó a todos los hombres que no estaban destinados a ser su príncipe encantador. Él se culpaba así mismo o a su madre.

BaekHyun desde pequeño era increíblemente hermoso. Incluso en el jardín de niños él era muy popular por su belleza, inclusive muchos niños le decían lo bello que era.

Claro, el bajito no era popular con las niñas simplemente porque para él eran unas envidiosas y ¿Por qué debería de llamar guapa a las niñas cuando él no quería hacerlo?

La primaria no fue fácil para él. Las niñas le tirarían comida o bebida sobre su uniforme accidentalmente y siempre era el blanco fácil para los bravucones. Pero eso no le importaba a BaekHyun y mucho menos los nombres que suponía eran ofensivos.

La señora Byun, que amaba a su hijo como cualquier otra madre, tal vez incluso un poco más, se aseguró de que nada de eso molestara a su bebé.

Fue ella quién hizo que BaekHyun creyera que esos chicos hacían esas cosas malas porque gustaban de él.

Y así fue como se cometió un error fatal.

No ayudó mucho y tampoco ayuda ahora, BaekHyun tiene 26 años y era asistente de uno de los mejores actores del país. Él aún sigue enamorándose de los hombres equivocados.

—¿Qué vas a hacer mañana? —BaekHyun le pregunta a ChanYeol tan pronto como este levanta la vista de su teléfono.

—Buenos días a ti también —ChanYeol gruñó al darse cuenta que aún faltaban cuarenta y cinco minutos para que su alarma sonara. BaekHyun lo había despertado literalmente a los gritos.

Byun creía en la venganza tanto como creía en el amor, y el hecho de que ChanYeol lo dejó sin orgasmos unos días antes, sirvió como excusa perfecta para vengarse de él.

—Responde mi pregunta, Park. No tengo mucho tiempo.

Mentía.

—Trabajaré, como de costumbre.

BaekHyun resopló—. ¿Quién trabaja los sábados por la noche?

—¿Alguien que posee un bar, tal vez?

—Oh sí, sé de alguien así. Escuché que es un idiota.

La risa matutina de ChanYeol era algo que BaekHyun a veces quería grabar y vender en iTunes. Simplemente no sabía en que género especificarlo.

—¿Qué te tiene tan insoportable por la mañana?

—Pregunta incorrecta, ¿Quién me dejó insoportable ayer por la tarde?

BaekHyun realmente quería grabar la risa de ChanYeol y compartirla al mundo para que ellos sintieran lo que siente en aquellos momentos y para ganar dinero extra, claro.

—Lo siento, muñeca, pero te dije que deberíamos masturbarnos al mismo tiempo, pero no escuchaste.

—Lo siento, quería concentrarme en mi trabajo —responde BaekHyun con sarcasmo.

—Bueno, eso fue increíble. Fue tan bueno que no pude agarrar tu pene y hacerte venir.

BaekHyun se sonrojó por la alabanza, pero decidió no perdonar a ChanYeol de inmediato.

Park miró a su lindo amigo directo a los ojos, y quizás era porque recién se despertaba, o quizás era porque su pene tenía una dolorosa erección matutina, pero efectivamente BaekHyun se veía caliente con aquel jean negro que marcaba sus piernas, y aquella camisa que dejaba a la vista sus perfectas clavículas.

—¿Qué te parece si le dices a SeHun que llegarás un poco tarde hoy? —Park se sienta en su cama y se mueve hasta donde está BaekHyun, quien lo mira detenidamente siguiendo cada uno de sus movimientos. Le levanta la camisa solo un poco para poder desprender el botón del jean y bajarle el cierre. BaekHyun se mueve para que ChanYeol pueda sacarle el pantalón y el boxer juntos, sin saber exactamente qué pretende su mejor amigo.

—Me lavaré la cara, me cepillaré los dientes y volveré para follarte. Quiero que te prepares tú mismo. Mete tus bonitos y largos dedos dentro de ti y espérame hasta que vuelva del baño. Me aseguraré de sacarte ese mal humor que tienes.

BaekHyun dejó escapar un pequeño gemido cuando se acomodó en la cama. El avisarle a su jefe que llegaría tarde quedó olvidado. Estaba demasiado concentrado en encontrar el lubricante que ChanYeol siempre tenía en el cajón de la mesa de noche, como para mandar un mensaje de texto.

—Baek, ¿Sigues ahí?

—Joder, sí. Espera un minuto. Necesitas comprar más lubricante.

ChanYeol soltó una risita.

La verdad era que Park ya había terminado con su higiene y ya estaba acariciando su pene sin problemas, esperando que BaekHyun le diera la señal de que estaba listo para él.

—Deberíamos de ir al supermercado estos días —dijo Byun entre gemidos, provocando más risas en el alto.

—Bien. Ahora ponte cómodo. Te follaré con esa camisa puesta.

Una cita para mi follamigo | ChanBaekWhere stories live. Discover now