One Shots (Hogwarts)|| Smut +18 (Pausada)

2. Juegos de clase|| Fred Weasley

Aviso: Este shot contiene contenido +18 (smut), léase bajo su responsabilidad

La clase del profesor Binns hablaba sin parar sobre no-sé-qué acontecimiento importante en el mundo mágico en los años 10, pero a mí eso no me importaba lo más mínimo.

Normalmente prestaría un mínimo de atención por respeto al profesor, pero hoy me era simplemente imposible. La presión en mi vientre se incrementaba cada vez que respiraba causándome pesados suspiros.

– ¿Te encuentras bien, Lizzy? –preguntó mi novio a mi lado, yo solo le miré con cara de indignación mientras él contenía una risa.

– Vete a la mierda, Fred –susurré intentando calmarme.

– Eso no ha sido muy amable, deberías comportarte si no quieres un castigo –ronroneó él en mi oído dejando un pequeño beso en mi lóbulo.

Lo miré intentando que se diese cuenta de que estaba llegando a mi límite, no podía aguantarlo más.

– Quizás eso es justo lo que quiero –le respondí con una sonrisa seductora–. O es que ya no puedes manejar a tu novia, Freddie –susurré provocándole–. Quizás debería ir a buscar a alguien que termine lo que tú has empezado, estoy segura de que Cedric me hará el favor.

La cara de Fred se tornó roja por la rabia, lo había dicho para enfadarle, sabía que si se enfadaba no se iba a controlar. Sus ojos marrones se oscurecieron mientras me miraba y supe que me había pasado de la raya.

Estaba a punto de abrir la boca para disculparme cuando su mano se posó en mi muslo causándome un escalofrío. Bajé la mirada a su mano para encontrarla jugando con el borde de mi corta falda, debajo de la túnica de Gryffindor.

– No tendrías que haber dicho eso, cariño –susurró a en mi oído disimuladamente–. Tenía pensado recompensarte después de clase, pero será más divertido ver como intentas controlar tus gemidos delante de toda la clase.

Volvió a mirar al frente mientras su mano se colaba debajo de mi falda. Recorrió mi muslo lentamente haciendo que mi respiración se volviera más pesada. Siguió moviendo su mano por la parte interna de mi muslo, dejando mi piel erizada a su paso.

Di un salto y contuve la respiración cuando su dedo tocó mis labios mayores, ese día no llevaba ropa interior, Fred me había hecho quitármela como parte del juego justo antes de salir a desayunar. Sus dedos acariciaron lentamente mi parte íntima haciéndome contener la respiración mientras miraba a todos lados asegurándome de que nadie nos viese.

– Estás muy mojada, cariño –susurró de nuevo cerca de mi cara–. Creo que las bolas funcionan a la perfección. ¿No crees? –yo me limité a asentir–. No te oigo cariño.

– Si –murmuré mientras le miraba.

Fred sonrió divertido con mi reacción y volvió a mirar a la clase como si fuese lo más entretenido del mundo.

Sus dedos acariciaron mi clítoris suavemente mientras yo cerraba los ojos con fuerza y bajaba la cabeza para evitar que cualquiera me viese en esa situación.

Fred aceleró sus movimientos consciente de que no haría falta mucho para que me corriese delante de toda la clase, eso era lo que él quería, demostrar el poder que tiene sobre mí.

Me aferré al brazo de Fred haciéndole saber que me correría pronto, una sonrisa se formó en su rostro al entenderlo y su mano se alejó de mi intimidad haciendo que yo frunciese el ceño confundida.

– Profesor –dijo el pelirrojo llamando la atención del profesor Binns–. Elisabeth se encuentra mal, ¿podría acompañarla a la enfermería?