2. La vida si da segundas oportunidades.

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Han pasado dos años ya desde lo acontecido con Raquel y Dalver, ambos jóvenes de diferentes ciudades, con diferentes costumbres y distintos tipos de vida. Dios les dio a ambos una nueva oportunidad, muchas cosas ocurrieron desde entonces en esos dos años. Raquel siguió trabajando en la nueva clínica donde la contrataron, todo iba bien, su reputación nuevamente era increíble, se había convertido en la mejor doctora de la clínica, con un buen sueldo y pacientes en cantidad. A Dalver también le había ido bien desde el momento en que intentó lanzarse del edificio, tenía una hermosa relación con su padre y había encajado perfectamente en el grupo de amigos de los Juárez, incluso uno de los del grupo: Jared Juárez se había convertido en su mejor amigo íntimo, así que a nuestro joven le iba de maravilla, también encontró trabajo como pintor de casas, donde mostraba su talento haciendo hermosas decoraciones en ellas, su meta era ahorrar el dinero suficiente para ingresar a la universidad.

A pesar del tiempo transcurrido desde que intentó acabar con su vida, Dalver aún tenía muchas dudas acerca de sus verdaderos padres, el señor Alberto, no quería tocar el tema, cada vez que el muchacho le preguntaba sobre ello, él cambiaba la conversación o se iba, es por eso que el joven ya no insistía, aunque esto no impedía que su relación sea increíble, eran dos mejores amigos inseparables, se conocían perfectamente, incluso tenían una costumbre que compartían juntos. Ambos habían comprado un reloj rastreador del mismo color, mediante ello se localizaban para saber dónde podían encontrarse y así ayudarse más rápido cuando alguno esté en problemas, por lo que el reloj siempre estaba encendido. Para Dalver, don Alberto era un padre perfecto, siempre estaba para él cuando lo necesitaba, lo ayudaba a sobrellevar el sida de manera más fácil con sus atenciones, el hombre estaba tan dedicado a su hijo, que nunca se le había visto involucrado en una relación amorosa.

Padre e hijo vivían solos, sin más compañía que la de ambos. Aunque muy pocas veces se encontraban en su casa, ya que la mayor parte del día la pasaban con los Juárez, incluso en muchas ocasiones almorzaban juntos como una sola familia. No eran muchas personas las que se reunían, ya que la familia Juárez estaba conformada por solo tres integrantes: el señor Marlon y sus dos hijos Cleber y Andy, que la madre había muerto cuando los jóvenes eran niños. Don Marlon y don Alberto Olivares tenían el mismo trabajo, ambos eran maestros de secundaria en una escuela privada, se habían conocido en la universidad y desde allí tenían una amistad increíble, sin secretos y en complicidad de todo, repito, en complicidad de todo. Sin embargo, a pesar de que eran como una sola familia, Dalver nunca había conocido en persona a los Juárez, esto era porque él se había criado desde muy pequeño en un orfanato hasta los 18 años, las razones ni él mismo las conocía, pero siempre contaba con la presencia de su padre en el lugar, la única explicación sensata que había recibido, era que don Alberto trabajaba con un horario completo en la escuela y no podía llevarlo a casa porque se sentiría solo, por esa razón lo encargaba al orfanato, aunque para Dalver, esto tampoco tenía mucho sentido. Al cumplir los 18,el joven ya era portador del sida, por lo que su padre lo envió a un internado especial para jóvenes que poseían la enfermedad, contaban con buenos médicos, que se encargaban de ellos. El lugar era bueno, tenían talleres artísticos, cine, biblioteca, etc. Todo para que los jóvenes se sientan como en casa, también los dejaban salir a pasear entre ellos, fue en uno de esos paseos solitarios donde Dalver intentó suicidarse y desde allí no volvió al lugar, ya que supuestamente estaría allí hasta los 25.

Muchos se preguntarán porque Jared, el amigo íntimo de Dalver, también lleva el apellido Juárez, pues bien, el joven le 30 años, era hijo del hermano mayor de don Marlon Juárez. Los padres de Jared habían muerto en un aparente accidente de auto cuando él tenía 5 años y desde allí fue acogido y criado por su tío. Sin embargo, él no era como sus primos populares y artistas, su carácter era completamente distinto. Él era tímido, temeroso de todo, muy poco sociable y bastante inseguro, a pesar de eso, estaba próximo a casarse con Maira, una mujer de su mismo edad, con un temperamento muy diferente a él, joven era arriesgada, segura de sí misma y con muy pocos temores, ellos se apoyaban, eran un solo complemento desde la secundaria y ahora les tocaba completar esa felicidad. Todos en la familia estaban emocionados por la boda, contaban los días para que llegara el momento, especial Dalver, que ya tenía lista la decoración completa del local.

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