𝘓𝘢 𝘯𝘦𝘳𝘥 𝘦𝘴 𝘮í𝘢... | 𝘈𝘪𝘥𝘢𝘯 𝘎𝘢𝘭𝘭𝘢𝘨𝘩𝘦𝘳

-8-

-Narra Aidan-

Mi alarma sonó como siempre, a la misma hora.

Me levanté, sacudí un poco mi cabello y bostecé. Me quede viendo unos tenis durante cinco minutos y luego reaccione levantándome de la cama.

Tome un baño y al salir me coloque un pantalón de vestir negro, camisa blanca y chaleco, el cual era par con el pantalón al igual que los zapatos.

Acomode mi cabello, peinado de librito, la melena estaba algo larga. Luego de eso me puse los lentes de mi querida _____, si, literalmente me los robe, pero que mas da. Ella no reclamó nada.

Había pasado una semana desde lo ocurrido, una larga y aburrida semana. No le había dirigido la palabra ni de broma, y por lo que era obvio ella tampoco a mi.

Baje y me prepare un licuado para luego despedirme de mis padres e irme a la escuela mientras bebía del antes mencionado.

(.....)

-Mírenme, soy Aidan -habló Dante con los lentes puestos, si, se estaba burlando- Ahora soy listo y todos son unos imbéciles -su voz es grave. Intentaba quitarle los lentes-

-Ya dámelos, Dante -gruñí arrebatándoselos- Que irritante eres a veces -me los puse-

-¿Por qué estás de tan mal humor hoy, querido amigo? -cuestionó Louis-

-La verdadera pregunta es ¿por que has estado enojado toda esta semana? El irritante eres tú -volvió a hablar Dante- ¿Que te ocurre?

-Nada. Solo, estoy tratando de enfocarme un poco más en la escuela, tendremos examen, pronto darán calificaciones, quiero estar al corriente -hablé con cierto nerviosismo. Se vieron entre sí y soltaron una gran carcajada. Mierda-

-¿Qué? -reía Finn-

-¡Aidan Nerd! -gritó Louis y de inmediato lo empujé- ¡Que carajos, Hermano! -me vio mientras Finn y Dante lo tomaban de los hombros para evitar que me golpeara-

-¡No vuelvas a llamarme así! -amenace mientras lo señalaba-

-Ya basta los dos, hasta parecen desconocidos -Dijo Finn. Cameron llegó-

-¿De que hablan? -cuestionó el rubio. Mire hacia el pasillo opuesto y ahí estaba ella. Con un zapato rojo y ¿otro azul?-

-Narra ____-

-¿Te sientes bien? -cuestionó Noah. Lo mire confundida- Un zapato azul y otro rojo -los señaló y baje la mirada. Ay no-

-reí- Dios, no lo noté

-Digo, se ven bien de hecho -sonrió amable- Pero ¿Segura que estás bien?

-La verdad no, no dormí bien -me vio confundido- estudios y eso -sonreí y cerré mi casillero-

-¿Que tal? -saludó... oh mierda-

-¿Que quieres?

-Saludar -me miró-

Desde lo sucedido, hace una semana, no había volteado a ver a Aidan ni de broma. Y al parecer él tampoco. Ahora lo tenía Justo frente a mi, preguntándome como estaba, lo cual era muy extraño. Además de todo, aún tenía mis lentes