Capítulo 3

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—¡Sí, ladrona! ¿Cómo te atreves a robar las joyas del director?

En cuanto el director dijo que era una ladrona, Tellin añadió palabras de forma malvada.

Esas mismas palabras serán devueltas ¿acaso eres tonta?

Le di la vuelta al bolsillo de mi vestido para solucionarlo rápidamente antes de que las sospechas recayeran sobre mí.

Las cejas del director se alzaron cuando volteé los bolsillos como si estuviera sacudiéndoles el polvo.

—Milla esto. No robé nara. ¿Me ro quito roro?

Por supuesto, no había nada en el bolsillo. Pero por si las dudas, también me quité el vestido.

Era demasiado delgada, como si la piel de mi estómago estuviera adherida a las a las costillas. Además, las articulaciones de mis huesos sobresalían.

Cuando el cuerpo desnudo vestido solo con ropa interior se reveló delante de todos, se sorprendieron y se volvieron ruidosos.

—¡Oh, Dios mío!

Miré a todos con una expresión de pena.

Oh, hace frío. Todavía no era invierno, pero estaba temblando cuando me quité la ropa.

Tras confirmar que todos lo veían bien, recogí mi ropa mientras Tellin gritó con una voz perpleja.

—¡No!, ¡estoy segura de que la vi robar! Créame, señor.

—Pero... hoy, Shuelina estuvo con nosotros todo el tiempo......

—¡Sí, hemos estado juntos todo el día!

La voz de Tellin hizo un sonido como si fuera realmente injusto. Pero, al ver que seguían murmurando, se calló.

Hoy he limpiado cerca de los niños a propósito. Eso quiere decir que no tuve tiempo para estar sola.

—¡Bueno, tal vez lo haya robado antes! —Tellin, que tenía prisa, dijo lo primero que se le vino a la mente.

De verdad, ¿Tellin es una idiota?

Contuve la risa y suspiré ligeramente.

—Rijiste que lo robe hoy ¿Tellin shigue cambiando de opinión?

Ante mis palabras, todos comenzaron a mirar a Tellin con ojos sospechosos.

No sé más, pero si ha dicho que lo he robado hoy, debería haber presionado. En cambio, modificó lo que dijo en un instante, haciendo que la credibilidad de su testimonio estuviera destinado a desmoronarse.

—Rijiste que lo vite en mi bolshillo, ¿Ronde fue? —le pregunté a Tellin, agitando mis bolsillos a propósito.

Incluso si lo hubiera robado de antemano, no tenía sentido que lo tuviera en el bolsillo, ya que no era una tonta.

Cuando miré a Tellin mientras hablaba, ella tembló. Parecía que ya no tenía más excusas.

—Tellin es la única que ha iro a la ofishina rel rirector...

En conclusión, Tellin era la única que podía robarlo. Porque para comenzar, la oficina del director no era un lugar en el que la gente pudiera entrar y salir.

El director odiaba que los niños entraran y salieran de su oficina, y sobre todo yo, que era una espina clavada, lo tenía aún más prohibido.

Sólo Tellin, la criada del director tenía acceso de vez en cuando. Ella solía pasar por allí para vigilar a los niños y denunciar sus fechorías.

Nadie me quiere a excepción de los villanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora