SUBMISSIVE, 𝙙𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 ✓

Chapter Twenty One

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capítulo veintiuno . . . ❞
AMELIA GRANGER

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Habían caminado casi por media hora.

Draco no había soltado su muñeca y la mano que sujetaba su cadera la apretaba de manera protectora, haciéndola ir lo más cerca de él posible.

La figura de Yaxley era autoritaria. Era un hombre mayor. Su cabello se veía canoso y su rostro tenía arrugas en la parte baja de sus ojos. Su gesto monótono la hacía temblar cada vez que sus miradas se cruzaban.

—Entonces... —habló el hombre— qué creíste, ¿que capturarías a Potter y serías el héroe de la historia?

Draco bufó, apretando el agarre de Amelia— Sólo trataba de darle al Señor Tenebroso lo que quiere. Algo que ustedes... no han podido.

—Claro... el hijo de Lucius Malfoy tratando de limpiar el nombre de su familia —dijo Yaxley, mirando a su alrededor—. Era lógico, luego de lo que hiciste...

Un nudo se ahuecó en su pecho, y tuvo la valentía de mirar a Yaxley. El hombre sonreí, con sus ojos perdidos en Draco, que se había quedado casi sin aire ante las palabras.

Nadie podía olvidar lo que hizo Draco... era simplemente imposible.

—Mi Señor estaba furioso luego de eso —siguió diciendo el hombre—. Lucius recibió la peor parte, aunque no sabría que decir sobre Narcissa...

Amelia pudo sentir como Draco se ponía rígido y su gesto se transformaba en uno de desesperación, tristeza y miedo. Su corazón se apretó y sentía la necesidad de lanzarse hacia él, abrazarlo y besarlo sólo para poder verlo sonreír por un segundo.

Nunca había pensado en ello.

—En fin... lo que es seguro es que tendrás serios problemas al volver, claro, si es que el Señor Oscuro acepta que vuelvas y no te mata en el -

—Cuánto falta —gruñó Draco, mirando el suelo mientras llegaban hasta el camino del que habían hablado minutos antes.

Yaxley sonrió, divirtiéndose de cómo jugaba con Draco— Calma chico, ya estamos por salir de aquí. Nos Apareceremos.

Draco puso los ojos en blanco, doblando su cuello con ira— ¿Nos hiciste caminar media hora para decir que nos aparecerás?

—Hay una protección anti apariciones por todo el bosque Malfoy, Mortífagos que rodean la zona las activan —respondió él, levantando el puño de su camisa—. A menos que quieras morir ya, puedes ir y aparecerte allí dentro, pero llegarás como carne molida.

Ignoraron sus palabras, centrando su mirada en la marca de Yaxley. La serpiente oscura curvándose a lo largo de su antebrazo. Sintió náuseas de sólo verla.

—Bien, tu pequeña tendrá que tocarme Draco —dijo el hombre entre dientes—. Y estaré gustoso.

—Cierra la boca y llévanos ya —le respondió Draco, tomando la mano de Amelia para poner directamente en la piel de Yaxley.

Todo fue en un segundo.

Amelia sintió su cuerpo elevarse y el bosque desapareció, nublando todo su alrededor en un tono oscuro. Su estómago se sintió vacío, su piel estaba congelada. Tuvo que cerrar los ojos con fuerza para no sentirse mareada y en cuanto sus pies volvieron a golpear el suelo, el peso volvió a ella.

Un hormigueo y picor saltaba sobre su piel mientras calmaba su cuerpo, notando el cambio brusco de ambiente.

Ya no había sol, solo nubes completamente oscuras que cubrían el cielo por completo. El sonido de las hojas en las paredes del camino la hicieron temblar y comenzó a sentir frío cuando una brisa arrasó por todo el camino de entrada.