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capítulo diecinueve . . . ❞
AMELIA GRANGER⠀⠀⠀
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Los pequeños besos corrían desde su mandíbula hasta la línea de su garganta. Podía sentir sus manos apretar su cintura mientras su boca succionaba partes de la piel de su mandíbula.El mesón estaba frío. El metal sobrepasaba la tela delgada de su vestido pero eso no le importó. Mucho menos cuando Draco la recostó, acariciando desde su pecho hasta sus caderas, poniendo las manos sobre sus muslos para levantar a tientas su falda.
—A esto me refiero cuando digo que ellos jamás podrán tenerte así —le murmuró, elevando su vestido para dejar sus bragas a la vista—. Deben estar patéticamente aburridos mientras yo... te tengo sobre una mesa, a punto de ser follada.
Amelia apoyó sus codos sobre la mesa, admirando como los dedos de Draco se curvaban sobre la tela, tirando de ella lentamente, pero sin bajarla aún.
—¿Te gusta la vista? —le preguntó, enarcando una ceja. Sus piernas subieron, enrollándose alrededor de sus caderas mientras elevaba su pecho.
Él la miró, sonriendo ante él acto— ¿Nunca aprendes no es así? —le respondió Draco, soltando sus bragas para volver a subir sus manos.
Ella sintió como sus dedos saltaban sobre su piel, al tiempo que él se inclinaba sobre su cuerpo, enrollando con su mano la sensibilidad de su cuello.
—No me has enseñado aún —respondió ella, sintiendo como el pulgar de Draco acariciaba la piel de su labio.
Él sonrió. Su mano inactiva la tomó desde el muslo, apretándolo a la vez que tiraba de ella hasta el borde del mesón, haciéndola sentir lo duro que ya se encontraba.
—Te he enseñado mucho Amelia —le dijo él, con ojos como dagas—, el problema es que te gusta... te gusta pelear contra mí. Tienes esa jodida idea de que crees que puedes jugar conmigo y no es así.
—Yo veo que si —le espetó ella, moviendo su cuerpo para estabilizar sus codos que comenzaban a doler sobre el duro mesón—. Siempre juego contigo, amor...
Ella pudo verlo.
Pudo ver la tonalidad plateada de sus ojos tornarse en un gris oscuro. Sus pupilas completamente negras mientras fuego emergía de ella.
El sonido de su garganta le dijo todo, y en cuanto sintió que su cadera rodó contra su entrepierna, jadeo, dejando caer su cabeza hacia atrás mientras los anillos de su mano se incrustaban en su piel.
—Mierda, Amelia qué estás haciendo conmigo —se quejó él, nuevamente bajando sus manos hasta sus bragas—. Entiendo que quieras jugar pero, tus malditos juegos están pasando el límite.
Ella levantó su cabeza, mordiendo su labio cuando sintió la tela comenzar a bajar— ¿Acaso había un límite?
Draco le hizo un gesto, haciéndola levantar sus caderas para recorrer la braga hasta sus tobillos. Cuando logró quitarla por completo. Volvió a enderezarse, plantándose entre sus piernas mientras su mano subía hasta sus pliegues.
—Claro que había un límite Amelia —me dijo, haciendo que su núcleo ardiera cuando sus dedos la acariciaron con lentitud—. Yo tenía un límite, y me hiciste sobrepasarlo.
Amelia abrió la boca, gimiendo en silencio cuando dos dedos se introdujeron en ella, entrando y saliendo con tanta lentitud, que sus piernas comenzaron a temblar.
—C-cuál —jadeo, sus labios temblando—, q-qué límite.
Sus ojos no dejaron de fulminarla mientras hablaba— Sólo pensé follarte Amelia. Probarte una vez y ya. No quería desearte de la manera en que lo estoy haciendo —sus dedos se curvaron y ella gimió, sintiendo su pecho contraerse—. Pero ahora no pienso en más que estar contigo Amelia. Y no es solo sexo, quiero decir... hacer más que eso contigo.

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SUBMISSIVE, 𝙙𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 ✓
Fanfiction(EDITANDO) 𝐒 | Luego de escapar de la Batalla de Hogwarts sin aires de gloria, un grupo de estudiantes decide esconderse en la oscuridad del bosque para tratar de sobrevivir. Tras un año encerrada y aún sintiendo la culpa pesar en sus hombros, Amel...